La Batalla de Rande de natación, que tenía un recorrido de 27 kilómetros entre las islas Cíes y San Simón, se convirtió en una odisea deportiva para los 60 participantes. Los organizadores decidieron la neutralización de la misma en el kilómetro quince. A partir de ese momento, los deportistas se subieron a las embarcaciones de apoyo a la prueba. Como gesto de la capacidad de superación, todos ellos fueron llevados a las inmediaciones de la isla de San Simón para que pudieran llegar a nado a la meta.

Aitor de Luis, organizador del evento, explicó que "lo primero es la seguridad. El mar no nos dio tregua. Para nosotros era importante el garantizar que llegaran todos bien. Y eso lo logramos. Pero no hay un vencedor". La quinta edición de la Batalla de Rande fue la más exigente y dura de todas las que se han disputado.