Pedro se ha equivocado. Sus palabras han sorprendido en un jugador habituado a cumplir un papel de actor secundario cuando posiblemente había merecido un reconocimiento mayor. El canario fue clave en la Supercopa de Europa conquistada por el FC Barcelona a comienzos de la pasada temporada. Era su último servicio a la zamarra azulgrana. Quería mejor y era comprensible. Le esperaba el Chelsea de Mourinho, vigente campeón de la Premier y que buscaba su segunda Champions League.

La experiencia en Inglaterra no le fue a Pedro. El Chelsea no cuajó una buena temporada en términos colectivos. Se acabó la segunda época de Mourinho en el equipo londinense y el cambio de técnico tampoco permitió a los "blues" meterse en la Europa League. Pese a su temporada, Pedro recibió la llamada de Vicente del Bosque. El ex del Barça siempre cumplió con la Roja, pero la irrupción de Nolito y el gran momento de David Silva le han dejado con un papel secundario, un rol muy similar al que tuvo durante su etapa en Can Barça.

Pedro ha tirado de sinceridad. "Si no juego más, no merece la pena seguir viniendo". Sus declaraciones distan con el comportamiento que ha mostrado Iker Casillas, titular en los tres títulos recientes de la selección española y cuya portería ocupa ahora David de Gea. Por su rendimiento este curso, el debate sobre la presencia del canario estaba abierto. Paco Alcácer o los gallegos Iago Aspas o Lucas Pérez, entre otros, hicieron méritos para estar en esta Eurocopa de Francia. Precisamente un canterano del Celta ha usado su perfil en Twitter para responder a las polémicas palabras del futbolista del Chelsea. Joselu, ahora en las filas del Stoke, replicaba al extremo ´blue´ "no te preocupes que muchos desempeñaríamos tu papel sin problema y felices".

No obstante, esta tarde Pedro Rodríguez ha salido a matizar sus palabras. "He hablado con mis compañeros y lo han entendido". El canario ha pedido perdón y ha señalado que "está agradecido" por formar parte de la selección española que busca en Francia ganar su tercera Eurocopa de forma consecutiva, algo que no ha conseguido nadie en la historia.