La renovación de Gustavo Cabral es una de las tareas que el Celta tiene pendientes antes de la llegada del sustituto de Miguel Torrecilla. La ampliación contractual del defensa central argentino y segundo capitán céltico no acaba de cerrarse a pesar de que tanto el presidente, Carlos Mouriño, como el propio futbolista declararon hace solo unos días que el acuerdo estaba prácticamente cerrado, a expensas tan solo de firma.

Gustavo Cabral reconoció ayer a este diario que ha habido "algunos problemas" que han impedido el cierre del acuerdo, aunque se mostró confiado en que "todo va a solucionarse" y seguirá defendiendo la camiseta celeste en su retorno a Europa el próximo curso.

El futbolista argentino, que estos días permanecía aún en Vigo, esperaba poder reunirse en los próximos días con Carlos Mouriño para desbloquear la situación y "poder irme tranquilo de vacaciones".

"Me gustaría dejar todo arreglado antes de irme. Las posiciones estaban muy cercanas y la negociación bien encarrilada, apenas faltaba la firma", explica Cabral. Y agrega: "El lunes tenía previsto volver a Argentina y esperaba hacerlo ya con todo arreglado. Veré si en los próximos días puedo hablar con el presidente y solucionar las cosas. No me importa retrasar unos días el vuelo y quedarme un poco más de tiempo para que todo se arregle". El defensa central argentino no quiso aclarar si el problema con el club se refiere a una cuestión económica 0 si atañe a la duración de su futuro contrato. "Son cosas de las que no quiero ni debo hablar. Prefiero quedarme con que las posiciones estaban muy cercanas y deberíamos llegar a un acuerdo. Quiero quedarme y espero hacerlo, pero hasta que el contrato esté firmado no puedo garantizar que vaya a seguir en el Celta", apunta.

Gustavo Cabral es el más veterano de los fichajes celestes del actual plantel. El defensa argentino recaló en el conjunto de Balaídos coincidiendo con el regreso de Celta a la máxima categoría y ha sido una parte esencial en el crecimiento experimentado por el conjunto celeste, que ha pasado de luchar por la supervivencia a pelear por una plaza en competición europea.

El zaguero ha sido también uno de los jugadores más utilizados en las dos últimas temporadas por Eduardo Berizzo, el técnico que le ha dado mayor continuidad y con el que ha ofrecido sus mejores prestaciones como céltico.

Tras jugar en calidad de cedido sus dos primeras temporadas, el Celta adquirió sus derechos en propiedad en 2014 con un contrato por dos temporadas, con la posibilidad de ampliarlo a una tercera de forma unilateral, opción que el club no ha ejercitado, por cara, para negociar el nuevo contrato que está pendiente de firma.