Una comida en un pazo de Nigrán sirvió de colofón ayer a la temporada del EuroCelta, que se tomará un par de días de descanso antes de remotar la actividad y afrontar los primeros deberes para preparar el equipo que participará por novena vez en su historia en una competición europea.

El equipo regresó a Vigo la noche del sábado en un vuelo chárter, tras disputar en el Vicente Calderón el último partido de Liga. La derrota ante el Atlético de Madrid le ha supuesto concluir en la sexta posición, después de protagonizar una temporada en la que los de Berizzo nunca descendieron más allá del octavo puesto.

Como ya es tradicional en la etapa de Carlos Mouriño al frente de la entidad celeste, una vez concluida la competición oficial del primer equipo se procede a la clausura simbólica de la temporada con una comida o una cena de confraternidad, en la que participa el consejo de administración, las plantillas del primer equipo y el filial, técnicos y el resto de trabajadores de la sociedad anónima deportiva.

En esta ocasión, la "familia" celeste se reunió para almorzar en un pazo del municipio de Nigrán que se alquila para este tipo de eventos multitudinarios.

Durante el encuentro se repitieron las muestras de felicitación hacia el primer equipo por su histórica temporada, así como hacia la plantilla del filial, que aseguró la permanencia después de pasar muchos apuros durante buena parte del curso.

Intervenciones del presidente Mouriño y de Eduardo Berizzo ante unos asistentes que, en el caso de los jugadores, inician las vacaciones estivales antes de tiempo, pues la celebración de la Eurocopa de Francia ha obligado a adelantar el cierre de la temporada.

Los internacionales estarán pendientes de sus selecciones para incorporarse en los próximos días a las concentraciones para preparar el torneo europeo -en el caso de Nolito, seguramente- o la Copa América, para la que Chile cuenta en principio con los célticos Fabián Orellana, Pablo Hernández y Marcelo Díaz.

Los gallegos Sergio Álvarez, Hugo Mallo, Jonny Castro y Mallo también estarán ocupados esta semana, pues el viernes disputan ante Venezuela un amistoso en Riazor con la selección gallega. Berizzo, por su parte, se tomará diez días de descanso antes de regresar a Vigo para preparar la pretemporada.