La historia no es nueva. Óscar Pereiro la ha contado en diferentes ocasiones (a FARO en varios momentos), pero ha vuelto a ponerse de actualidad al salir a relucir en pleno debate sobre los incentivos que algunos clubes ofrecen a otros en las últimas jornadas de cada temporada. El exciclista gallego, en una tertulia nocturna, volvió a recordar el episodio tantas veces repetido y más de uno creyó haber descubierto un misterio nunca antes desvelado.

Tour de 2005. Pereiro corre en el Phonak a las órdenes de Alvaro Pino. En la etapa de Pirineos en que se subían el Portet d'Aspet, Menté, Portillon, Peyresourde, Val Louron y Saint Lary, el gallego se mete en la escapada buena. Revienta a todos sus rivales y se queda solo con Hincapie, uno de los lugartenientes de Armstrong en el Discovery Channel. La gente da por segura la victoria de Pereiro, superior al americano cuesta arriba, aunque este aguanta la rueda del gallego. En un momento de la ascensión, Hincapie dice "50.000". Pereiro confiesa ahora (como hizo en su momento) que entendió que era la cifra que le pedía por dejarle ganar y por eso siguió tirando sin pensar que el americano le había ofrecido esa cantidad por dejarse perder. En la meta, convencido de que Hincapie no disputaría Pereiro se quedó a cuadros al ver demarrar al americano. "Yo tenía una prima de 80.000 de mi equipo por ganar una etapa. Nunca hubiese vendido una etapa con la ilusión que me hacía". La cuestión es que esa noche Hincapie pagó a Pereiro que "por rabia" aceptó un sobre con 10.000 euros.