El Celta se propone certificar el domingo el quinto puesto en uno de los grandes escenarios de la Liga, el Vicente Calderón, donde el Atlético de Madrid, brillante finalista de la Liga de Campeones, solo ha cedido en la competición regular una derrota y tres empates esta temporada. Aunque el conjunto de Diego Simeone, el Cholo, no tiene ya opciones de alzarse con el título, la dificultad de la empresa es mayúscula, pues apenas el Barcelona ha sido capaz de ganar este curso en el Manzanares, donde solo han puntuado el Real Madrid, el Sevilla y el Villarreal.
Las opciones del Celta van a depender en gran medida de la inspiración de su trío atacante (Nolito, Aspas y Orellana) en un campo, el colchonero, que se le da especialmente bien al sanluqueño. Nolito cumplirá, de hecho, su partido número cien en Liga con el Celta en un estadio en el que siempre ha marcado vestido de celeste, aunque sus goles no hayan bastado al equipo vigués para alzarse con la victoria. El Atlético es, además, junto al Málaga y el Almería, el rival al que más goles ha marcado el sanluqueño (3) en la máxima categoría.
En su primera campaña con el Celta, en el curso 2013-14, el futbolista de Sanlúcar de Barrameda marcó el único tanto céltico en el Manzanares en un partido que el conjunto dirigido entonces por Luis Enrique Martínez acabó perdiendo por 2-1, por culpa de los dos tantos anotados por Diego Costa.
El pasado curso, ya con Eduardo Berizzo al timón de la nave celeste, el Celta pudo rebañar un empate (2-2) gracias a un gol de Nolito, esta vez de penalti, y otro, con un inverosímil taconazo desde fuera del área, de Pablo Hernández. David Villa anotó los dos goles del conjunto de Simeone. Aquel empate fue el preludio del gran triunfo conseguido por el Atlético esa temporada en Balaídos (2-0) con gran protagonismo de Nolito al abrir el sanluqueño, de penalti, el marcador, que se completó con un segundo tanto de Orellana.
En la presente temporada, Nolito no pudo jugar frente al Atlético en Balaídos y se perdió también la eliminatoria de Copa frente a los rojiblancos. debido a una lesión que le mantuvo alejado de los terrenos de juego durante dos meses y medio.
