El carnet de identidad señala que Valentino Rossi tiene 37 años, pero su ambición es la misma de la que tenía hace veinte años cuando debutó en el "Circo" de las dos ruedas. Y ahora, además, vuelve a ser el ojito derecho de Yamaha una vez conocido que Jorge Lorenzo dejará la próxima campaña el garaje japonés para pasarse al italiano de Ducati. Unidos ambos factores el resultado fue ayer una victoria de principio a fin del italiano en el Gran Premio de España, conseguida nada más y nada menos que ante cinco pilotos españoles: Jorge Lorenzo, Marc Márquez, Dani Pedrosa, Aleix Espargaró y Maverick Viñales.

Rossi, que ya el sábado había sorprendido haciéndose con la pole, mantuvo la cabeza en el comienzo de la carrera y sólo entre las curvas dos y tres de la primera vuelta se vio superado por Lorenzo, en tanto Dani Pedrosa mejoraba de la séptima plaza de la parrilla a la tercera aunque muy pronto se veía superado a su vez por Marc Márquez, el líder del campeonato.

Rossi, Lorenzo, Márquez y Pedrosa apenas necesitaron un par de vueltas para abrir hueco respecto al resto del pelotón, aunque Pedrosa no tardaría en ceder terreno. Tanto que en la quinta vuelta el podio ya parecía decidido y hasta la victoria, pues Rossi, a un altísimo y mantenido ritmo en una sucesión de vueltas rápidas, ya superaba en segundo y medio a Lorenzo.

Décima a décima, de manera machacona, insistente, "il Dottore" incrementaba una ventaja que llegó a superar los 3 segundos a once vueltas del final, cuando el balear Lorenzo decidió jugarse sus últimas cartas. Durante un par de giros parecía que la caza podría ser posible pues la diferencia bajó de los dos segundos. Jerez rugía en cada curva con el paso del vigente campeón del mundo, pero las ilusiones de Lorenzo se diluían muy pronto. Rossi apretó un par de giros, exprimiendo esa décima que se había guardado en su Yamaha, y la diferencia regresó a los tres segundos.

Carrera decidida. Lorenzo no arriesga, suma. Mejor segundo que al suelo, y Rossi disfruta en los últimos giros de un triunfo inapelable, celebrando con un "caballito" la que es su novena victoria en Jerez, la 114 de su carrera deportiva, a sólo nueve del récord histórico de su compatriota Agostini.

Márquez, quien también se dio cuenta muy pronto de que la Honda no estaba en Jerez como para plantar batalla a las Yamahas, completaba el podio por delante de Pedrosa, Espargaró y un Viñales, quien ya tiene sobre la mesa una oferta de Yamaha para ocupar el próximo año la plaza que deja Lorenzo.

El otro gran protagonista fue el sudafricano Brad Binder, quien se hacía con la victoria en Moto3 -la primera de su carrera deportiva- tras protagonizar la mayor remontada en la historia del campeonato del mundo: 34 plazas ganadas. Binder, segundo en los entrenamientos, fue castigado con salir desde el fondo de la parrilla (35.ª posición) por utilizar en su KTM una centralita electrónica no homologada. Y desde la última plaza fue ganando posiciones hasta ser el primero en cruzar la meta con tres segundos de ventaja sobre el segundo clasificado, el italiano Bulega. Al premio de su primera victoria en el campeonato une Binder el del liderato.

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