El uruguayo Luis Suárez volvió a completar una noche redonda al marcar otra vez cuatro goles y empujar al Barcelona hacia el título, que tiene a tres partidos, después de golear a un Sporting (6-0) que sufrió tres penaltis seguidos, algunos rigurosos.

Después del póquer que anotó hace unos días en Riazor, Suárez repitió el registro con cuatro goles más, dos de ellos de penalti, en una noche de fútbol pobre de los barcelonistas, pero muy efectivo en la segunda parte.

El Sporting, que veía de arrancar cuatro puntos seguidos, ve frenada su progresión y sufrió un excesivo castigo, después de hacer un partido digno en la primera parte, y verse arrasado en la segunda.

Choque de baja intensidad de un Barcelona que jugó a medio gas y en algunos momentos, incluso, estuvo jugando con fuego ante un Sporting atrincherado en su campo pero que en las contras fue un tormento para los azulgrana, como en la última acción de la primera parte, en la que Marcherano salvó de milagro y después en una segunda un mal despeje del argentino acabó con el balón tocando el brazo de Piqué.

Messi tuvo la primera clara ocasión del partido, en un remate de cabeza que salió alto, pero la oportunidad de marcar de verdad llegó a los diez minutos en una acción de Álex Menéndez, quien solo ante Bravo, no supo marcar, en una jugada que arrancó de un grave error por la imprecisión de Piqué.

El Barça rompió el empate en un acción en la que los sportinguistas reclamaron falta a Cuéllar, cuando Iniesta levantó el balón, el portero salió fuera del área pequeña, Suárez de espaldas estiró la pierna, pero la encogió ante la salida del guardameta, y éste cayó tras despejar. Messi, de cabeza, envió el blaón al fondo de las mallas (1-0).

Más certero estuvo Cuéllar al cuarto de hora en un zurdazo de Suárez que el meta desvió, quizá en la acción más apasionante de un Barça que no hizo ninguna propuesta de mención en el siguiente cuarto de hora.

El Barcelona estaba llevando al límite su apatía y fruto de la falta de concreción, especialmente de Neymar en dos clarísimas acciones de goles, llegaron algunos tímidos silbidos. En el 40, el brasileño recogió un balón en profundidad de Messi, y de izquierda a derecha fue sorteando rivales pero sin encontrar un hueco para disparar, y cedió a Suárez, cuyo disparo acabó en córner.

El Barcelona estaba a punto de recogerse cuando nuevamente el Sporting estuvo a punto de sacar petróleo de un contragolpe que acabó con Mascherano neutralizando el balón casi en la línea de gol, ya con Bravo batido.

El Barça no daba una. Los silbidos se mezclaron con gritos de ánimos desde un Camp Nou aburrido. Messi, un minuto después, volvió a protagonizar una acción clásica, barriendo de derecha a izquierda rivales, pero su disparo salió fuera. Tampoco estuvo afortunado Neymar cuando recibió en una acción clara de gol y volvió a pensar demasiado el disparo hasta fallarlo.

Más certero estuvo el depredador uruguayo Luis Suárez, quien empujó el balón en una acción rozando el fuera de juego, tras arrancar de Messi y tras un pase en profundidad de Iniesta (2-0).

Canella, que llevaba unos minutos en el campo, debió sacar casi en la línea un balón disparado por Messi. No tardó mucho más en volver a ser protagonista el lateral, cuando en un centro tocó el balón con la mano cuando llevaba extendidos los brazos, y la jugada acabó en penalti, que transformó Suárez (3-0).

En unos minutos de negación, el Sporting volvió a ser castigado con otro penalti, en el que Mascarell cargó con el hombro a Neymar y el brasileño cayó al suelo. Suárez marcó de nuevo (4-0), su tercer gol de la noche.

No acabaron aquí los penaltis, ya que Clos Gómez señaló otro contra el Sporting después de que Vranjes se apoyase con una mano en el hombro de Neymar en un salto. El brasileño marcó su primer gol en una noche aciaga (5-0). Con diez en el campo, tras la expulsión de Vranjes al ver la segunda amarilla, el Sporting ni olió el pase de Messi a Suárez, que de fuerte disparo al palo corto acabó marcando el sexto del partido (6-0) y su cuarto tanto.