Europa está a la vuelta de la esquina. De hecho, el Celta podría certificar hoy mismo, sin necesidad de jugar su partido frente al Granada, la consecución de la séptima plaza que dará derecho a disputar competición continental la próxima temporada. Después de la derrota encajada ayer por el Málaga en el Vicente Calderón (1-0), al equipo vigués le bastaría con que el Valencia no gane al Getafe en el Coliseum Alfonso Pérz para garantizarse de forma matemática el séptimo puesto. De no darse esta circunstancia, el conjunto celeste sí que tendría que ganar su partido de mañana ante los nazaríes para conseguir el primero de los objetivos -el otro es conseguir la quinta plaza- que se ha marcado en esta recta final de la temporada.

El Celta no estará solo en esta batalla. Balaídos ha colgado el cartel de no hay billetes y lucirá sus mejores galas para llevar en volandas al equipo vigués hacia la victoria en un partido que no se presenta nada fácil por la urgencia con que el rival, que se está jugando la categoría, afronta el choque.

Como anticipo, unos cuatrocientos incondicionales respondieron ayer al llamamiento de las peñas y madrugaron para animar al equipo en su penúltimo entrenamiento previo al partido contra el Granada, que Berizzo dispuso abierto al público. Una conjura del celtismo para dar el último empujón a los jugadores, que aplaudieron las muestras de cariño del público de cara a la conquista del quinto puesto. Tras la sesión preparatoria, numerosos aficionados esperaron a los futbolistas celestes a la salida de la ciudad deportiva para fotografiarse con ellos y conseguir sus autógrafos.