A veces, el rival más peligroso para el Celta es el propio Celta. Tanto se quiso acelerar el conjunto vigués para cazar una nueva victoria que a punto estuvo de pagarlo caro. En el empate en Balaídos (1-1) ante el Betis pudo pasar de todo, porque después del gol de N'Diaye en la primera mitad el conjunto vigués se abrió en canal como si la temporada se fuese por la borda con más de medio partido por disputarse. Se lanzó al ataque, acumuló ocasiones y como suele suceder cuando se juega demasiado revolucionado, se precipitó. Balaídos y el equipo entraron en un bucle de prisas y protestas. El Betis, demasiado concentrado en defender y parar el ritmo del encuentro, no aprovechó las concesiones que le regaló el Celta a la contra. Los andaluces no golearon porque Rubén Castro, que falló tres mano a mano ante el portero celeste, no quiso. El Toto, que tuvo que gastar dos cambios antes del descanso por las lesiones de Wass y Beauvue, dejó para el final la entrada del Tucu. El chileno se fue al área y marcó el tanto del empate en el primer balón en condiciones que le llegó. Hubo tiempo antes para reclamar un gol anulado a Guidetti por un fuera de juego previo más que dudoso de Nolito y también habría tiempo después para que Cabral sacase bajo los palos un remate de Rubén Castro y para que Aspas casi marcase un gol antológico de escorpión. El empate, que sabe a mucho o a poco, dependiendo del enfoque, le sirve al Celta para seguir sumando y acercarse un poco más al objetivo europeo.

La presencia del Beauvue -que cumplía veintiocho años- en el once fue el as que se sacó de debajo de la manga Berizzo para este partido. El delantero de Guadalupe dejó a Aspas en el banquillo y formó junto a Nolito y Guidetti en la delantera. Por lo demás, el preparador argentino confió en los mismos hombres que derrotaron la semana pasada al Sporting en el Molinón. Con estos mimbres, el Celta no tardó en mostrar su voracidad desde los primeros minutos. La presión adelantada de los vigueses desarmó al Betis de Juan Merino, que perdían una y otra vez la posesión antes de sobrepasar el centro del campo. Fueron los mejores momentos de los celestes en el partido, en los que la frescura de ideas y la profundidad de sus laterales les valió para que Guidetti pusiese el "oh" en la grada con un remate de espuela que se fue al palo.

Pero el equipo olívico se transformó tras el gol de N'Diaye en el ecuador del primer tiempo. El tanto del jugador senegalés, que marcó solo en el área pequeña después de que Montoya se llevase el balón tras una serie de rebotes por la línea de fondo, no entraba en los planes de un Celta que se sumergió en un mar de dudas. Joaquín casise aprovecha del desconcierto general para hacer el segundo con un disparo con rosca que se estrelló contra la madera. Tampoco ayudó a despejar la mente de los futbolistas locales los constantes parones en el juego. Tuvieron que entrar Marcelo Díaz y Aspas por los lesionados Wass (esguince de tobillo) y Beauvue (rotura del tendón de Aquiles), Guidetti, que reclamó dos penaltis inexistentes, se enfrascó en una lucha autodestructiva contra el árbitro que calentó a la grada y al propio delantero sueco y el Betis, mientras, esperaba atrás a un Celta que atacaba por oleadas. En medio del caos a Orellana le sobró ímpetu a la hora de empujar un balón a la red. La ocasión no podía ser más clara al estar Adán vencido después de haberse empleado a fondo para rechazar un cabezazo de Nolito.

Y tras el paso por vestuarios el Celta a punto estuvo de inmolarse. Recordó el equipo por momentos a aquel del Sánchez Pizjuán en Copa del Rey que viéndose un gol por debajo en el marcador se fue en busca del empate como si no hubiese un mañana. Menos mal que hoy no estaba Gameiro. Rubén Castro, en sendas contras béticas, tuvo en menos de dos minutos dos cara a cara con Rubén Blanco. En el primero falló su vaselina por centímetros y en el segundo le aguantó bien el portero celeste. El Celta, acostumbrado a jugar con fuego, se había librado por los pelos. Mientras tanto, en el campo del Betis, el asedio de los vigueses era interrumpido una y otra vez por algún u otro motivo. Un jugador verdiblanco que necesitase las asistencias, faltas, protestas, tarjetas, sustituciones. El conjunto andaluz defendió más cómodo al llevarse el choque a su terreno. El Celta, que luchó por esquivar la trampa, no pudo evitar caer por momentos. Antes de la entrada del Tucu Hernández al campo Orellana y Aspas habían errado ante Adán y Joaquín estuvo cerca de sorprender a Rubén Blanco con un intento de gol olímpico. Aunque la jugada más determinante fue un gol anulado a Guidetti por un fuera de juego previo de Nolito que estaba en línea con la defensa. Fue el linier quien señalaría la más que dudosa infracción. Con la presencia de Pablo Hernández, que se situó como pareja de baile de Orellana en el enganche a falta de un cuarto de hora, el Celta consiguió el empate. El chileno alojó en el interior de la red un derechazo desde dentro del área.

Los vigueses siguieron volcados en ataque. Querían la victoria. Pero fue Rubén Castro quien volvería a encontrar un pasillo entre la defensa celeste para batir al meta celeste con otra vaselina. Esta vez el balón iba dentro. Suerte que apareció Guatavo Cabral como una exhalación para despejar de cabeza bajo palos. También tuvo la última el Celta en una ocasión que de haberse consumado se hubiese caído el estadio. Centro largo al segundo palo donde Nolito remata de tijera e Iago Aspas, que veía que el balón iba directo a las manos de Adán, se lanzó para rematar con el tacón de escorpión. Finalmente la pelota se perdió por poco por encima del larguero. Así se llegó al final del encuentro, en el que el Celta pudo ganar o perder y al final empató. La lucha por la quinta posición sigue viva. La próxima jornada el conjunto de Eduardo Berizzo tendrá que visitar al Espanyol en Cornellà.

Ficha técnica:

Celta: Rubén Blanco, Jonny, Cabral, Sergi Gómez, Planas; Radoja (Tucu Hernández, min.73), Wass (Marcelo Díaz, min.38); Beauvue (Iago Aspas, min.43), Orellana, Nolito; Guidetti.

Betis: Adán; Molinero, Pezzella, Bruno, Montoya; Musonda, N'Diaye, Petros, Dani Ceballos (Cejudo, min.63); Joaquín (Xavi Torres, min.73) y Rubén Castro.

Goles: 0-1 N'Diaye, min.23; 1-1 Tucu Hernández, min.77

Árbitro: De Burgos Bengoetxea (colegio vasco). Mostró tarjeta amarilla a Cabral, Hernández, Orellana y Jonny por parte del Celta, y a Rubén Castro, Dani Ceballos y Cejudo por parte del Betis.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo tercera jornada de la liga BBVA disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 14.934 espectadores, según anunció el club gallego.

[if IE 9]><link rel="stylesheet" type="text/css" href="http://widget.cloud.opta.net/2.0/css/ie9.widgets.opta.css" media="screen"/><![endif][if IE 8]><link rel="stylesheet" type="text/css" href="http://widget.cloud.opta.net/2.0/css/ie8.widgets.opta.css" media="screen"/><![endif][if IE 7]><link rel="stylesheet" type="text/css" href="http://widget.cloud.opta.net/2.0/css/ie7.widgets.opta.css" media="screen"/><![endif]