El Gran Premio de China de Fórmula 1, que se disputará este fin de semana en el circuito internacional de Shanghái, mostrará si el liderazgo con que empezó el campeonato Nico Rosberg (Mercedes) se reafirma con un tercer triunfo o cederá ante su compañero Lewis Hamilton o los Ferrari.

Mientras, el piloto asturiano Fernando Alonso (McLaren) aspira a conseguir este fin de semana sus primeros puntos de la temporada, para lo cual necesita primero el visto bueno definitivo de los médicos y, posteriormente, confirmar sobre la pista las buenas sensaciones que dice percibir en el MP4-31.

Alonso aún no ha podido concluir una carrera debido al brutal accidente que sufrió en el Gran Premio de Australia. Tras su abandono en Melbourne Park, los médicos tampoco le dejaron participar en la segunda cita del año en Baréin, por lo que todas sus esperanzas estaban depositadas en Shanghai.

Sin embargo, aún no es segura su participación en la carrera del domingo, ya que solo ha recibido una autorización médica provisional para participar en la primera sesión de libres y, en cuanto finalice esa toma de contacto inicial, deberá someterse a un nuevo examen médico que dictamine si puede rodar el resto del fin de semana o si, como ya pasó hace dos semanas, Stoffel Vandoorne ocupa su lugar.

Por si acaso, Alonso ha asegurado que se siente preparado para volver a la acción, a pesar de que tendrá que hacerlo con una costilla rota, en un circuito que se la da bien y donde ya venció con Renault (2005) y con Ferrari (2013). Junto con Lewis Hamilton (Mercedes), es el único piloto que ha vencido más de una vez en la prueba china.

Vandoorne, un novato en la competición, sumó el primer punto del año para McLaren en Baréin y ahora el piloto español, después de una temporada 2015 para olvidar, está ansioso por comprobar de primera mano el grado de mejoría que ha experimentado su coche. La respuesta que ofrezca su mermado cuerpo será la clave.

En la cabeza de la clasificación, Nico Rosberg (Mercedes) demostró en Baréin que no va de 'farol' y que esta temporada está decidido a arrebatarle el trono a Hamilton después de dos años a rebufo de su compañero de equipo.

Contando el final del último Mundial, el germano encadena cinco victorias y este domingo podría unir su nombre a los de Sebastian Vettel, Michael Schumacher y Alberto Ascari, los únicos que han sido capaces de sumar seis triunfos seguidos en la historia de la competición.

Su mayor rival seguirá siendo Hamilton, el piloto más laureado en China con cuatro victorias, las dos últimas en 2014 y 2015. El británico, que está a 17 puntos del liderato, no sube a lo más alto del podio desde octubre, pero este año ha sumado las dos 'poles' en juego, un objetivo inviable en Shanghai puesto que deberá cumplir una sanción de cinco puestos en parrilla tras cambiar la caja de cambios.

El 'nuevo' sistema de calificación, que volverá al modelo del año pasado tras el fiasco que ha supuesto el cambio de formato, puede favorecer la dictadura de las 'flechas plateadas', que sigue sin verse realmente amenazada por Ferrari. El coche de Sebastian Vettel se averió en la vuelta de formación de Baréin y Kimi Raikkonen es cuarto en la clasificación por detrás de Daniel Ricciardo (Red Bull), aunque la 'Scuderia' confía en enderezar este irregular inicio.