El Coruxo sumó en Tudela su cuarta derrota consecutiva y se complica un final de temporada que se presentaba plácido hace un mes, cuando el equipo vigués estaba asentado en la zona media de la tabla. Paris e Ibai Ardanaz sentenciaron a los de Rafa Sáez en apenas cinco minutos en dos acciones similares que sorprendieron a la zaga visitante. Iván Martín abortó la reacción del Coruxo en el primer minuto del segundo acto.

La primera parte del encuentro fue de color blanquinegro. Prueba de ello, es que el Coruxo ni siquiera se acercó sobre las inmediaciones del área de Pagola. El equipo dirigido por Rafa Sáez no chutó ni una sola vez entre los tres palos en los primeros 45 minutos de juego.

Y eso que el partido comenzó bien para el Coruxo, ya que el Tudelano tardó en tomarle el pulso al choque. Sin embargo, tras unos primeros minutos de dudas, el equipo navarro entró en calor y ya fue una apisonadora. Iván Martín brilló en los compases iniciales por el cuadro de Manix Mandiola. El delantero trajo de cabeza a la zaga del Coruxo con su velocidad y movilidad. Suyas fueron las primeras ocasiones navarras, pero unas veces Brais, y otras la defensa viguesa, capearon como pudieron el temporal en los minutos iniciales.

Nada pudo hacer la zaga viguesa, no obstante, mediado el primer acto cuando Paris adelantaba al Tudelano al culminar una contra perfectamente dirigida por Iván Martín. El delantero ganó la espalda a la zaga del Coruxo y habilitó al lateral tudelano para abrir la lata del encuentro.

Con ese panorama, el Coruxo se deshizo como un azucarillo en el café. A partir de ese momento los nervios empezaron a hacer mella en los visitantes. Cuando el castillo de naipes vigués se desmoronó, Ibai Ardanaz volvió a poner tierra de por medio en el marcador. Brais rechazó el primer disparo de Iván Martín, pero nada pudo hacer contra el segundo chut del centrocampista.

Fue la sentencia para un Coruxo que ya no despertaría hasta el descanso. Los últimos minutos de la primera parte fueron un acoso y derribo local sobre la portería visitante. El Tudelano cargó con todo lo que tenía, pero se precipitó a partir de tres cuartos de campo y le faltó puntería para redondear su cuenta.

Todas las intentonas viguesas por recortar distancias en el marcador llegaron a balón parado y a través de lanzamientos lejanos. Pero ni por esas. Faltaban ideas en los últimos metros y la defensa del Tudelano no ofrecía una rendija por la que los de Sáez se pudieran colar. Y así, con esas premisas, se llegaría al tiempo de descanso, en el que el técnico visitante intentaría aclarar las ideas a sus jugadores.

La segunda parte, además, no pudo arrancar peor para el Coruxo, ya que en el primer minuto Iván Martín dejó el encuentro visto para sentencia abortando cualquier intentona de reacción viguesa.

Los minutos restantes ya sobraron. Rafa Sáez introdujo en el campo a Acoidán y Iago para el último cuarto de hora, pero las permutas no surtieron efecto alguno.

Pudo, incluso, redondear su cuenta el Tudelano en cuatro o cinco ocasiones francas que desperdició. No fue ayer el día del Coruxo, que ya piensa en el próximo partido ante el Lealtad, la primera de las cinco finales que le restan de aquí a final de temporada para terminar de certificar la permanencia. La visita de los de Villaviciosa no llega precisamente en un buen momento para los vigueses, ya que los asturianos firmaron el sábado ante el Racing de Ferrol un empate, pese a las bajas con las que contaban para enfrentarse el líder.