El alirón tendrá que esperar. En una mañana de viento, lluvia y frío, el Pahiño vivió un partido fantástico, trufado de buen fútbol por momentos, anticipación, emoción, batalla sin cuartel, un tiempo para cada equipo y salvación del récord de imbatibilidad in extremis. A estas alturas, con todo el pescado vendido desde hace semanas, encuentros como este son los que merecen la pena.

Y para David Ferreiro especialmente porque pudo anotar los desaguisados de retaguardia. Su zaga lleva cinco jornadas recibiendo goles (7 tantos en cuatro encuentros cuando hasta la jornada 17 solo había encajado 9), lo que supone una seria advertencia para el play off de ascenso, donde cada gol vale un partido.

No hubo fluidez en ataque, cierto. Pero la defensa pagó el 0-1 (perfecto regalo) mostrándose a partir de ahí tan blanda como indecisa, además de imprecisa a la hora de sacar el balón jugado. Las centrales no sacaban dos balones seguidos con criterio (el peor partido de Vicky en casa esta temporada) y Pauleta se desnortaba en la creación de juego.

De repente, otro balón rifado, Athenea se va por velocidad de Laudith -así como de una defensa de cuatro en línea y con piernas pesadas- y dispara: Sheila volvía a salvar en primera instancia pero el cuero le caía de nuevo a la visitante para anotar el 0-2. La grada no se lo creía.

A los veinte minutos, Sofía enviaba un obús y Sheila evitaba el 0-3. Solo Nati, con toque pero en acciones aisladas, intentaba poner en problemas a la guardameta visitante, siempre bien colocada.

Con todo, El Olivo pudo llegar al descanso con mejor suerte que el 0-2. Hubo polémica con un penalti no señalado por falta a Pauleta y un remate de la misma protagonista a bocajarro y pegada al segundo palo que se le fue incomprensiblemente desviado.

La segunda mitad cambió los roles de forma definitiva. La medular del Olivo ya no estuvo tan presionada, Nati se adueñó del balón y con el viento por fin a favor las oportunidades se sucedieron. El Olivo atacaba en oleadas y parecía que ya era cuestión de tiempo pese a que las centrales visitantes, Marta e Irene, se mostraban intratables.

Un par de acciones de Alicia Ruiz dieron paso al dominio total vigués. Clo tuvo dos grandes ocasiones, antesala del 1-2. Nati botaba una falta que desviaba Silvia lo suficiente como para despistar a su portera. La grada cantaba el gol como si del alirón se tratase porque el encuentro había cambiado totalmente. Con la intensidad del partido quedaba en segundo plano la curiosidad estadística: era el tanto número 100 de las de David Ferreiro esta temporada. Van a por otro récord.

Ceci ya hacía daño por la banda derecha, Nati enloquecía al rival e Irene evitaba el empate despejando sobre la línea de gol en el único despeje fallido de la arquera cántabra. El 2-2 era de justicia y llegó de nuevo a balón parado. Otra falta sacada por Nati que Celia toca sin atenazar y el empate cerraba una confrontación emocionante.

El Erizana desciende

Por otra parte, el Erizana cayó ayer en su visita al Orzán por 4-0 y consuma su pérdida de categoría de manera matemática. Las de Estévez todavía no han estrenado su casillero de victorias tras 22 jornadas disputadas.