Gijón es un lugar especial para el Celta y su afición. Su proximidad invita a un desplazamiento masivo de celtistas a la ciudad asturiana. Las visitas a tierras gijonenses eran habituales en la década de los 90. En El Molinón se produjo una imagen histórica para el club vigués. Fue la claudicación de Mostovoi. El ruso se retiraba del terreno de juego. No le gustaba lo que veía y abandonaba. Posiblemente el equipo celeste tocó fondo aquella tarde. Posteriormente llegaría la salvación y, un año después, se produciría la última visita del Celta a Gijón en Primera División.

La situación era totalmente opuesta a meses atrás. El conjunto de Javier Irureta acabaría consiguiendo una plaza a Europa. El goleador de aquella tarde fue Moisés, que con su gol permitía al Celta afrontar el tramo final del curso 1997/98 con opciones reales de lograr lo que a principio de temporada era sólo un sueño.

Desde aquel triunfo se producirían dos nuevos éxitos de los vigueses en El Molinón. Uno en Copa del Rey en la campaña 1999/00. Por aquel entonces el cuadro celeste asaltó El Molinón con un contundente triunfo (0-3) que firmaron Djorovic, Benni y Revivo. Ya en Segunda la última victoria cosechada por el Celta data del curso 200708 cuando Okkas logró que el cuadro celeste conquistase de nuevo el coliseo gijonés. El único tropiezo durante estas casi dos décadas fue en el inicio de la campaña en la que el equipo vigués regresaba a Segunda en 2004. Los de Fernando Vázquez cayeron por la mínima tras sufrir un golazo de Javi Fuego y acabar con uno menos por la expulsión de Nagore.