El partido entre Celta y Deportivo engloba diferentes duelos particulares. Entre esas batallas estará el cara a cara entre Iago Aspas y Lucas Pérez, dos futbolistas que han profesado el escudo que defienden. Pero el morracense y el coruñés no sólo han profesado su amor por unos colores, sino que se han convertido en los ídolos de una afición de la que ellos mismos forman parte. Este martes se han deseado suerte de cara el sábado para una cita en la que el coruñés ya afirmó que espera la recuperación del moañés.

Estrella Galicia ha juntado a Iago y a Lucas en un acto en Santiago. Los dos futbolistas, más allá del choque del próximo sábado, también se juegan ser el máximo goleador gallego de la Liga. El blanquiazul acumula quince dianas mientras que el moañés lleva cuatro menos (11), aunque su estado de forma es pletórico. De hecho, el "9" celeste se ha convertido en la gran referencia del equipo de Berizzo para lograr una plaza europea.

Iago Aspas ha confirmado su presencia en el clásico del fútbol gallego. "Espero brindar una victoria a la afición", afirma. El moañés apuesta por un triunfo céltico por dos tantos a uno, aunque recalca que en esta clase de encuentros "son impredecibles". El canterano del Celta tiró de autocrítica y reconoció que en el partido de Riazor el Deportivo fue mejor que su equipo, por ello abogó "por aprender de los errores" para lograr el sábado que los tres puntos se queden en Vigo.

Además, el delantero céltico destacó la importante baja de Marcelo Díaz y deseó una salvación "lo más rápido posible" a un Deportivo del que admitió "un pequeño de bajón" de nivel en esta segunda vuelta. De hecho, los herculinos lograron la pasada jornada su primer triunfo de este 2016 tras ganar al Levante, colista de la categoría.

El sábado la responsabilidad de la victoria recaerá en sus botas. Muchas miradas estarán depositadas en Aspas y Lucas Pérez. El coruñés saboreó en la ida las mieles del triunfo después de caer en los derbis disputados la pasada temporada. El moañés espera ahora su oportunidad para vencer a su eterno rival y, de paso acercarse a ese título simbólico de máximo goleador gallego de la competición.