El Celta B volvió a desperdiciar en Barreiro la oportunidad de revitalizar notablemente sus posibilidades de lograr la permanencia al caer en los instantes finales ante el Lealtad de Villaviciosa, en un encuentro que el filial céltico empezó ganando y en el que dispuso de ocasiones más que suficientes para haber inclinado el choque de su lado. Sin embargo, el conjunto de Alejandro Menéndez no fue capaz de transformar sus oportunidades y acabó pagando con la derrota las excesivas facilidades concedidas en defensa.

El inicio de partido mostró a un equipo local con muchas ganas de hacer bueno el triunfo de la pasada jornada en Izarra (0-1) con una victoria ante su afición que podría suponer incluso abandonar los puestos de descenso. El once planteado por Alejandro Menéndez presentaba algunas novedades obligadas por las ausencias por lesión, sanción o convocatorias de selecciones pero mantenía la columna vertebral de las últimas jornadas. Así, en defensa la única novedad era la presencia de Goldar en el lateral derecho en sustitución de Kevin, mientras que en el doble pivote Borja Fernández ocupaba el puesto de Gustavo Ledes y Pedro Martín hacía lo propio en la mediapunta por Adrián Cuevas.

Pronto quedó claro que el equipo generaba mucho más juego que en anteriores citas pero, al mismo tiempo, también tenía muchos más problemas a la hora de proteger su portería. De hecho, aún no se había cumplido el minuto diez de partido cuando Samu se encontró un balón suelto en el área para probar suerte con un disparo que se estrelló en el lateral de la red.

Ocasión viguesa

Apenas unos instantes después fue Franco Fragapane el que estuvo a punto de inaugurar el marcador pero su remate, tras haber regateado al meta Porrón, fue despejado por Keko sobre la línea de gol.

El Lealtad, por su parte, mostraba también sus armas, una apuesta total por el fútbol directo para buscar las cosquillas a la defensa viguesa. Así, un pelotazo en un saque de puerta permitió a Beda dejar solo a Jorge delante de Iván Villar pero el atacante asturiano remató fuera ante la salida del portero céltico.

El encuentro tenía mucho ritmo y casi continuas llegadas a las dos áreas, con las defensas pasando muchos apuros para contener a los atacantes. Con este panorama, el Celta B parecía sentirse más cómodo y seguía acumulando ocasiones. Samu colocaba un medido centro a la cabeza de Rioja, quien con un sutil cabezazo buscó el contrapié al portero. Su remate se estrelló en el palo y, cuando ya se colaba en su portería, fue despejado por Porrón (minuto 17).

Fue el preludio del tanto. Ahora fue Jordan el que encontró un pase entre líneas para la carrera de Borja Iglesias. Este se paró y se sacó de la manga un pase de la muerte para que Franco Fragapane adelantase al filial céltico (1-0, minuto 18).

Parecía que el partido se le ponía de cara al conjunto de Alejandro Menéndez ante un rival obligado a mostrar algún argumento más para buscar el empate, pero los locales no supieron enfriar un choque demasiado vivo. Así, otro balón largo permitió a Espina plantarse ante Iván Villar aunque su remate cruzado se estrelló en el palo (minuto 22).

La respuesta viguesa pudo llegar en forma de un segundo tanto en otro medido servicio de Goldar que Rioja voleó esta vez con la madera de la portería defendida por Porrón apenas dos minutos después de la acción anterior.

Y llegó la acción desafortunada del partido. Era otro pelotazo en apariencia fácil para la defensa céltica pero Samu falló en su intento de despeje o control y Jorge, ahora sí, no perdonó el mano a mano ante Iván Villar (1-1, minuto 28).

El empate pasó factura a un Celta B que acusó mucho el golpe mientras permitía al Lealtad respirar y sacudirse el agobio de esos treinta minutos iniciales. Aún así, un potente disparo de Borja Iglesias que despejó con muchos apuros el meta asturiano (minuto 34) estuvo a punto de permitir a los vigueses marcharse al intermedio más tranquilos.

Falta de ideas

No fue así y la reanudación del partido fue ya otra historia. El Lealtad dio dos o tres pasos atrás, cediendo aún más la iniciativa a un filial céltico que ya no tenía las ideas tan claras en ataque. De hecho, la mejor ocasión en toda la segunda mitad llegó en un gran cambio de banda de Jordan para Goldar, quien colocó un centro en la cabeza de Borja Iglesias que éste remató de forma inocente a las manos de Porrón (minuto 55).

Mientras, a base de balones largos y contragolpes, los visitantes iban poco a poco dando la sensación de poder dar un susto. Keko, con un disparo desde la frontal que se marchó fuera por poco, dio el primer aviso (minuto 61) y Espina devolvió la moneda a Borja Iglesias, cabeceando flojo y a las manos de Iván Villar en buena posición para marcar (minuto 80).

Poco antes, una buena pared entre Borja Iglesias y Franco Fragapane pudo haberse convertido en el 2-1 pero el pase de la muerte del delantero céltico fue despejado en esta ocasión a córner por un defensa.

La debacle llegó en los últimos cinco minutos. El Celta B buscaba con intensidad los tres puntos pero se olvidó de proteger el que tenía y en un rápido contragolpe Jorge encontró el hueco preciso para poner un pase a la carrera de Álex y que este batiese a Iván (1-2, minuto 86).

No hubo siquiera la opción de pelear en el último suspiro por el empate para recuperar ese punto recientemente perdido porque otro fallo en defensa permitió a David cerrar el partido con el 1-3, condenando al Celta B a seguir una jornada más en puestos de descenso.