El Rápido de Bouzas continúa metiéndole presión a los equipos de arriba, y ayer logró una importante victoria ante uno de los equipos que quiere disputar la fase de ascenso a Segunda División B.

Fue un encuentro más cómodo de lo previsto para los boucenses, ante un conjunto ourensano que no tuvo la posesión del balón y, por lo tanto, fue incapaz de crear peligro ante la meta defendida por Sergio Ríos.

Este poco hacer de los ourensanos fue motivado, en buena medida, por el gran partido del Rápido. El equipo entrenado por Jorge Otero ejerció una presión de medio campo hacia arriba que impedía que los jugadores del Barco estuvieran cómodos, perdiendo con demasiada facilidad el esférico.

Así, no tardó demasiado el Rápido en lanzar el primer aviso, por mediación de Oki, a los cuatro minutos de juego. Antón Vilas se convertía en el motor del equipo de medio campo hacia arriba. Adil, su defensor, era incapaz de frenarlo, disponiendo de varias ocasiones para marcar.

El Rápido se adelantó en el marcador desde el punto de penalti, tras castigar el colegiado a los ourensanos por un claro derribo de Macía a Oki, cuando encaraba la portería. Carlos Pereira no falló desde los once metros.

En la segunda parte el Barco fue un quiero y no puedo, pues estiró líneas pero seguían perdiendo el balón con demasiada facilidad. Los aurinegros comenzaron a jugar a la contra, y mediado el cuarto un pase perfecto de Iago Paz es rematado por Carlos solo dentro del área pequeña sentenciando el encuentro. Ninguno de los dos equipos varió su forma de jugar hasta el final del encuentro, pues el Barco continuó buscando un tanto que lo metiera en el partido, pero sin consistencia. Por su parte el Rápido, a la contra, pudo ampliar su ventaja con un disparo de Sergio Santos que se estrelló en el travesaño, y un mano a mano de Youssef que desvió el portero ourensano.