El Rápido mira hacia los retos del futuro deportivos e institucionales sin olvidarse de su pasado. El club boucense rendirá hoy homenaje a Ángel Fernández Vázquez, conocido futbolísticamente como Gelucho, uno de los grandes porteros en la historia de la entidad aurinegra. Gelucho realizará el saque de honor antes del encuentro contra el Barco acompañado de un antiguo rival y también vecino de la villa de Bouzas, el excéltico Moncho Padrón, que ya fue homenajeado en su día por el Rápido.

Bouzas siempre ha sido una tierra prolífica en la cosecha de grandes arqueros. De la villa marinera era Emilio Ruiz, conocido precisamente como el León de Bouzas, figura del Fortuna que abandonó temporalmente su retiro para ayudar al Celta en los difíciles inicios del club celeste. Y en el Rápido se formó Fernando Rey Tapias, fichado también por el Celta y que hubiera llegado a figura de no lesionarse las rodillas (en su momento se le consideró el mejor portero de Galicia junto a Miguel Ángel, el ourensano que hizo carrera en el Real Madrid). Rey Tapias mezcló después en su itinerario el fútbol con el tenis, del que es experto.

Gelucho está a medio camino de ambos. Irrumpió en el Rápido en los años cincuenta, que entonces militaba en la serie A, equivalente a la Tercera actual. Siendo apenas un niño Gelucho le quitó el puesto bajo palos a Cholo Armada, el que después sería legendario regatista.

Después de tres temporadas ficharía por el mejor Turista que se recuerda, aquella escuadra con jugadores de tanta calidad como Zamorita, campeona en Tercera, capaz de ganar al Celta en un Trofeo Ciudad de Vigo.

El club celeste captaría de aquel Turista a Zunzunegui, Juan Carlos o el propio Zamorita. Gelucho, sin embargo, se iría al Deportivo. Allí aún tuvo tiempo de compartir vestuario con Amancio. Pero su nombre sobre todo resuena en el Ourense, que con él como uno de sus porteros, entre 1959 y 1965, vivió su mejor etapa. El Ourense se quedó varias veces a las puertas del ascenso a Primera División (3º en 1960, 4º en 1961 y 3º en 1962, por delante incluso del Celta, que fue 6º). Aquel conjunto acabó deteriorándose y tras el descenso a Segunda B en 1965 Gelucho jugaría en el Melilla.