La continuidad de Gustavo Cabral en el Celta a partir del 30 de junio parece cada vez más complicada. Cabral, que cumplió 30 años en octubre, cumple su cuarta temporada en el Celta, ejerce de jefe en la defensa y de líder en el vestuario. El club tiene una opción unilateral para ampliar el contrato por un año más, pero sería a un coste que consideran alto y no la harán efectiva. Se trata, en consecuencia, de articular una nueva relación y el parto se está haciendo complejo. Cabral une a su buen rendimiento la obtención de la nacionalidad española y al no ocupar ya plaza de extracomunitario, su cotización ha aumentado mucho.

"El tema de mi renovación está igual, todo sigue parado. El tema está bloqueado por las dos partes. Mantuvimos un primer contacto pero desde entonces ninguna parte se ha acercado", explica el central, que espera que su agente retome el contacto con la directiva "lo antes posible" para ver si hay "una solución". Ya anticipa que ese acuerdo implica que ambas partes "renuncien a algo" en sus respectivos planteamientos.

"Acá siempre me sentí muy cómodo, así que por qué no terminar mi carrera en el Celta. Pero es obvio que no puedo esperar tanto como en la anterior renovación porque por la cabeza del jugador siempre pasan cosas", explica Cabral respecto a la urgencia que empieza a sentir. "Creo que yo soy el que más tengo que perder porque estoy asumiendo el riesgo de lesionarme en estos partidos".

No descarta la Champions

Cabral, entre tanto, se centra en el reto colectivo y se muestra ambicioso: "Hay que seguir trabajando y tomándose los ocho partidos que nos quedan como finales. Nosotros siempre miramos hacia adelante. Ahora tenemos al Villarreal a seis puntos y por qué no soñar con jugar una Champions, por qué no seguir aspirando a más cosas", ha comentado el argentino, si bien reconoce que "la posición en la clasificación y el estado de forma" no influirán en el derbi contra el Deportivo. "Ahora estamos viendo al Celta de inicio de Liga. Pero en un derbi todo queda al margen, es un partido que se juega más con el corazón. Nos viene un partido durísimo. Quiero que ganemos el partido porque lo necesitamos y porque los derbis se ganan. Nuestra gente tiene que irse de Balaídos contenta".