Ruth Beitia refrendó su condición de mejor atleta española de la historia al conseguir en los Mundiales en pista cubierta de Portland (EEUU) su duodécima medalla internacional, una presea de plata que le supo a oro, por detrás de la estadounidense Vashti Cunningham, 18 años más joven.

Cunningham no cometió un solo fallo hasta que la varilla estuvo en 1,96 y eso le dio el título, ya que la plusmarquista española, la polaca Kamila Licwinko -defensora del título- y la lituana Airine Palsyte también superaron la misma altura.

A dos semanas de cumplir los 37, Beitia, plusmarquista mundial de veteranos con 1,98, es ya, junto con "El Expreso de Maputo", que así se le llamó a la ochocentista mozambiqueña María Mutola, la atleta que más Mundiales bajo techo ha disputado.

Beitia llegaba a Portland en su mejor momento de la temporada, en el segundo puesto del ránking mundial del año después de haber saltado 1,98 en los campeonatos de España, a un solo centímetro de la revelación del año, la júnior estadounidense Vashti Cunningham, a quien dobla en edad.

La final directa, sin rusas tras la inhabilitación de la IAAF a la Federación de ese país por corrupción y dopaje masivos, ofrecía un atractivo enfrentamiento entre dos singulares plusmarquistas mundiales: la española tiene el récord del mundo de mayores de 35 años, la estadounidense el de menores de 20.

La colección de medallas de Ruth Beitia incluye, al aire libre, una mundial (bronce en Moscú 2013) y dos europeas (oros en Helsinki 2012 y Zúrich 2014), y en pista cubierta cuatro mundiales (plata en Doha 2010 y Portland 2016, bronces en Moscú 2006 y Sopot 2014) y cuatro continentales (oro en Gotemburgo 2013, platas en Madrid 2005, Turín 2009 y París 2011, y bronce en Birmingham 2007).

Por otra parte, el español Yidiel Contreras se quedó a dos centésimas de la final de 60 metros vallas con una marca de 7.71 que le dio el quinto puesto en la primera semifinal.Y el saltador español Pablo Torrijos finalizó séptimo en la final del concurso de triple salto.