Con el triunfo ante el Boiro el Club Vigo Voleibol ha logrado dos objetivos importantes. Primero, el de poder mantener la categoría de manera matemática, y segundo poder ofrecerle una victoria a su capitán Pablo Penedo, convaleciente de una reciente operación en su rodilla derecha que lo tendrá de baja durante cinco meses.

Salvo los dos primeros sets en los que los equipos vencedores fueron los que llevaron la voz cantante en el campo, el resto del encuentro fue más emocionante que bien jugado. Los nervios de los locales por llevarse los tres puntos estuvieron cerca de jugarles una mala pasada, sobre todo en el cuarto set. El final, apoteósico para aficionados, técnicos y jugadores que se fundieron en una piña tras conseguir mantener la categoría.

El encuentro comenzó con mucha igualdad. Fueron los locales los que se marcharon en el marcador por dos puntos, 16-14, que supieron mantener y aumentar gracias a su gran bloqueo y defensa.

En el segundo set fueron los visitantes los que realizaron un mejor juego. Los saques hacían mucho daños en la recepción local y empataron el encuentro.

En el tercer parcial fueron los vigueses los que se alejaron de dos puntos en el marcador 16-14. Esto no sirvió para nada ya que los visitantes empataron el set y se pusieron por delante un punto 20-21.A partir de ese momento aparecieron las grandes defensas locales que remataron el set.

El cuarto y último fue el más emocionante. El Boiro llegó a tener un balón de set, 23-24, que no pudieron aprovechar, algo que sí hicieron los locales cuando estaban 26-25 para rematar el set y el partido.