El Manchester City hizo bueno el triunfo logrado en el partido de ida en Ucrania (1-3) y después de empatar en casa con el Dinamo Kiev (0-0), selló su pase a cuartos de final de la Liga de Campeones, instancia a la que accede por primera vez en su historia.

En un partido tedioso, carente de ocasiones y con ambos equipos jugando con una marcha menos -el City se sabía clasificado y el Dinamo Kiev tenía la hercúlea tarea de anotar tres goles-, los locales no se dejaron sorprender y lograron hacerse un hueco por primera vez en su historia entre los ocho mejores conjuntos de Europa.

No reservó a nadie el entrenador local, el chileno Manuel Pellegrini, que recuperó al marfileño Yaya Touré, ya recuperado de su lesión, en la mediapunta, junto a David Silva y Jesús Navas, y con el argentino Sergio Agüero solo arriba.

Sin embargo, la que se antojaba como una noche plácida para Pellegrini y sus hombres, se accidentó a los siete minutos, cuando el capitán, Vincent Kompany, sufrió la enésima lesión muscular de la temporada y tuvo que abandonar el terreno de juego renqueante.

Su compañero en la zaga, Nicolás Otamendi, duró poco más, ya que al 24 se retiró con molestias tras un choque con Buyalskiy. Así, en poco menos de media hora, el City, que recibe el domingo en el Etihad Stadium a sus acérrimos rivales del Manchestes United tuvo que gastar dos de sus tres sustituciones. Pero no sufrió porque los ucranianos tampoco llegaron con muchas intenciones.