Sergio Álvarez (Catoira, 1986) está a un paso de alcanzar los cien partidos con el Celta, entre Liga y Copa, de los que 69 son en Primera División. El guardameta desconoce, sin embargo, si esa cifra redonda la celebrará el próximo domingo en Mestalla o el 2 de abril en Balaídos, en el derbi gallego. El sistema de rotaciones que aplica Eduardo Berizzo con los guardametas del Celta impide conocer hasta horas antes del partido quién defenderá los tres palos: el Gato de Catoira o Rucho (Rubén Blanco).

Esos son los apodos de los dos cancerberos célticos. El de Sergio Álvarez procede de su etapa en el Arosa. De ahí dio el salto a A Madroa, con 17 años, en su segundo año de juvenil. Desde entonces, el arousano ha sumado 167 partidos con el filial céltico y 15 con el Racing de Ferrol, al que se fue cedido un año. El 4 de junio de 2011 debutó en el primer equipo celeste, ante el Cartagena (3-0). Ayer se mostraba muy "agradecido" con Paco Herrera por confiar en él. También tuvo palabras de agradecimiento para Berizzo, que le dio continuidad en la élite.

"Es una alegría inmensa ser centenario, después de muchos años de trabajo, esfuerzo y sacrificio. Ojalá puedan ser otros cien más, como mínimo, porque eso significará que sigo en el club donde quiero estar", proclama en rueda de prensa quien ha sido considerado por Borja Oubiña como el mejor profesional que ha conocido en el fútbol.

El debut, así como el estreno en Primera División, el ascenso o la agónica permanencia en la máxima categoría son las fechas más significativas para el Gato de Catoira, quien sostiene que su mejor recuerdo deportivo fue una parada ante Negredo, entonces en el Sevilla, cuando debutó en la Liga de las Estrellas. "Fue en la portería de Marcador y resultó bastante significativa porque íbamos ganando 1-0 y era el gol del empate.Al final ganamos 2-0. Es una parada que siempre recordaré".

El domingo, si Berizzo quiere, Sergio Álvarez tendrá la oportunidad de reencontrarse con Negredo. El arousano fue titular el sábado ante la Real Sociedad. Las rotaciones podrían llevarle otra vez al banquillo. "Hay que adaptarse a las circunstancias, a lo que te piden", señala con resignación al hablar del sistema de cambios que aplica el entrenador del Celta con los dos porteros: "Él sabrá el porqué y tendrá sus motivos".

Un Mestalla de uñas con su equipo espera el domingo al Celta, que aspira a mejorar su séptimo puesto. "Sólo pensamos en ir a Valencia a ganar. No somos mucho de hacer cuentas, somos más de ir paso a paso e intentar sumar de tres en tres en cada partido para seguir alejando a nuestros perseguidores e intentar alcanzar a los que están por encima. Somos muy ambiciosos y vamos a pelear por ser sextos o quintos", conviene Sergio.

El guardameta admite que el Celta no acude a Mestalla con ánimo de revancha por el 1-5 de la primera vuelta que se llevó el Valencia de Balaídos. "El recuerdo de aquel partido no es bueno y queremos ganar allí para dejar atrás ese mal sabor de boca que tenemos por la goleada que recibimos aquí". Si no alcanzase la centena en Mestalla, el Gato de Catoira tendrá que esperar al clásico gallego.