El Lalín se llevó ayer una épica victoria ante el Marcón que le permite seguir vivo en su pelea por evitar el descenso a Primera. El partido disputado en el Cortizo estuvo marcado por la tensión y por las jugadas polémicas. El choque dejó un reguero de amarillas y tres expulsiones, dos por el bando local, Mario y Óscar Méndez, y una por el visitante, Sapi. En esta dura batalla, el triunfo terminó siendo para el equipo que jugaba con uno menos, un Lalín que, a pesar de verse en inferioridad, nunca bajó los brazos.

Ambos equipos firmaron una primera parte con poco fútbol. Los locales intentaron tener el balón y generaron peligro con las subidas de Reboredo por banda izquierda. Un gol anulado a Jemba por fuera de juego y un disparo de Beni rozando el palo fueron sus ocasiones más claras. El Marcón por su parte buscó la contra y en dos ocasiones claras se topó con un acertado Luis. La más clara fue sin embargo para Sapi tras un pérdida de balón de Carra, pero falló a la hora de definir.

El tedio de la primera parte quedó en el olvido en la segunda, en gran parte por las discutidas decisiones arbitrales. La primera y clara ocasión sería para el Marcón, con un despeje de Luis que golpeó en un rival. El balón estuvo cerca de terminar en gol en el rechace. En el minuto 72, el colegiado comenzó a perder el mando del partido tras mostrar la tarjeta roja directa a Mario por una acción que él no había cometido. Fue Maceiro quien trabó a un rival que encaraba solo la meta de Luis pero el árbitro se equivocó a la hora de identificar al culpable.

A pesar de estar con uno menos, el Lalín siguió atacando y teniendo ocasiones hasta que, entrados en el descuento, Óscar Méndez provocó un discutido penalti. Reboredo marcó y las protestas le valieron la expulsión a Sapi. A partir de ahí el Marcón se volcó. El Lalín se quedó con nueve por la expulsión por doble amarilla de Óscar Méndez pero sentenció con una contra que definió Carra con calidad.