La mejoría apuntada por el McLaren-Honda el martes a los mandos de Fernando Alonso la ratificaba ayer el británico Jenson Button en el circuito barcelonés de Montmeló. No es como para lanzar las campanas al vuelo, pero el nuevo propulsor japonés estrenado esta semana ha recortado de manera notable la desventaja con sus competidores y en la escudería de Woking confían en un año en el que puedan luchar por entrar en el podio y no en repetir la pesadilla de la pasada campaña.

Button daba continuidad a las buenas sensaciones que dejó Alonso con un programa largo de 121 vueltas, el equivalente a dos grandes premios, en el que aprovechó para estrenar un nuevo alerón trasero como parte de una actualización aerodinámica. Marcó su mejor vuelta en 1:25.183, la quinta mejor del día utilizando siempre los neumáticos medios, ligeramente por encima del 1:23.022 firmado por el piloto asturiano la víspera.

El mejor tiempo del día, con neumáticos superblandos, lo conseguía el finlandés Valtteri Bottas (Williams) en 1:23.261, inferior en 361 milésimas al logrado por Lewis Hamilton con neumático medios en un Mercedes que sigue apabullando en cuanto a fiabilidad a todos sus rivales. Ayer completaron 163 vueltas entre Hamilton (mañana) y Rosberg (tarde).

Aunque para horas en pista las que se pasó ayer Carlos Sainz con su Toro Rosso. El madrileño disfrutaba de su penúltimo día de trabajo invernal con otra maratoniana sesión. En esta ocasión, 166 vueltas sin sufrir ningún contratiempo. Su mejor marca, un 1:25.300 que le situaba séptimo. La cruz de la jornada quedó para el mexicano Esteban Gutiérrez (Haas), que no llegó a completar ni una vuelta por un problema con el turbo.

Fernando Alonso pondrá hoy punto final a su trabajo de pretemporada y el objetivo de McLaren es el de realizar un primer simulacro de carrera. Alonso, por cierto, era nombrado ayer "embajador" del Gran Premio de Europa que en su regreso al calendario se celebrará en Bakú (Azerbaiyán). El asturiano ha ganado tres veces esa carrera.