El Celta B vio cómo su oportunidad de sumar tres puntos vitales en la lucha por continuar la próxima campaña en la Segunda División B se esfumaba en el último suspiro, al estrellar Gustavo Ledes en el palo de la meta defendida por Montiel la falta que puso punto y final al encuentro. Así, el conjunto de Alejandro Menéndez tuvo que conformarse con un punto que sabe muy poco en el duelo ante un rival directo en la pelea por la permanencia como el Cacereño.

El partido dejó claro desde el primer instante lo mucho que había en juego. Se notó muchísimo el miedo a perder de ambos conjuntos y, por el contrario, tanto locales como visitantes mostraron escasa ambición por hacerse con el jugoso premio de los tres puntos. Quizás, por llevar un poco más el peso del partido al jugar ante su público y por esa última falta lanzada por Gustavo Ledes al Palo, los pupilos de Alejandro Menéndez merecieron un triunfo que también pudo haberse llevado el Cacereño puesto que en la primera mitad Leo Ramírez también había enviado una volea contra el palo de la meta defendida por Iván Villar.

De inicio, el Celta B pareció apostar más fuerte por hacerse acreedor de ese triunfo. A los diez minutos, Luis Rioja puso un peligroso centro que Pedro Martín, en inmejorable posición, no acertó a rematar. Y solo un minuto después fue Gustavo Ledes el que sacó una peligrosa falta lateral que nadie llegó a tocar y que botó justo delante de Montiel, obligando al meta visitante a despejar con apuros.

Los locales tuvieron tiempo antes de la media hora de dar dos avisos más de sus intenciones Primero fue Franco Fragapane el que recogió otro envío de Rioja, muy activo en los cuarenta y cinco minutos iniciales, pero tras un buen control disparó muy flojo a las manos del portero del Cacereño. Y el propio Rioja protagonizó un par de acciones más tarde otro disparo desde la frontal sin excesivo peligro.

La primera aproximación seria del conjunto visitante a la portería defendida por Iván Villar llevó el miedo a las gradas de Barreiro. Leo Ramírez recogió un balón suelto a la salida de un córner y se saco de la manga una bonita volea que parecía gol pero acabó estrellándose en el palo.

El susto hizo perder la iniciativa a un Celta B que aún sufrió otro instantes antes del descanso, un disparo de Leo que obligó a lucirse a Iván Villar para evitar el tanto.

El miedo a perder se hizo más patente en la reanudación del partido tras el intermedio y, especialmente, conforme se acercaba el final del encuentro. Sin embargo, el filial céltico volvía a parecer en el tramo inicial con más ganas de ganar que su rival. De hecho, Luis Rioja consiguió llevar la pelota al fondo de la portería de Montiel al rematar un buen centro de Samuel (min. 54) pero el colegiado anuló la jugada por fuera de juego previo.

Poco más tarde fue Borja Iglesias el que se encontró el balón tras un rechace y, en buena posición, remató a las manos del portero (min. 63). Fue la última noticia en ataque por parte de uno y otro equipo hasta los instantes finales en los que Borja Iglesias apareció de nuevo. Primero para ceder de cabeza un balón a Samuel, que remató excesivamente cruzado (min. 87). Y luego, en la jugada que puso fin al partido. Fue un balón en largo peleado por Borja Iglesias ante Mansilla, cayendo al suelo en la pugna el delantero céltico. El árbitro señaló falta casi sobre la misma línea del área del central, que fue expulsado al ver su segunda tarjeta amarilla. Gustavo Ledes ejecutó el lanzamiento que, tras superar limpiamente a la barrera y con Montiel ya batido, se estrelló en el palo de la portería. No hubo tiempo ya para nada más.