El Atlético de Madrid empató a cero en partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones ante el PSV, otra vez sin gol, ni contra once, 67 minutos, ni contra diez, el resto del duelo, con tres ocasiones en el primer tiempo y mucho más dominio que profundidad.

Todo entre una sensación de atasco casi constante cuando atacó a su adversario, incluso cuando el conjunto holandés se quedó en inferioridad numérica, por la expulsión de Gastón Pereiro superada la hora de partido, y de ocasión perdida del Atlético, a la espera del encuentro de vuelta del 15 de marzo en el Vicente Calderón.

Tuvo tres oportunidades, dos clarísimas y producidas desde el fútbol directo. Cuando manejó más la posesión, cuando trazó pases horizontales sin hallar una vía entre la defensa contraria, más allá de alguna pared por la banda con centro intranscendente, se atascó en el repliegue que le propuso el PSV en su zona defensiva.

Al contrario, cuando conectó un par de pases en largo, se plantó ante Jeroen Zoet, ambas por el medio, ambas entre Jeffrey Bruma y Héctor Moreno, los dos centrales locales. La primera fue en el minuto 3. La picó Vietto y la sacó Bruma en su camino lento hacia la portería.

La segunda, a los 18, esta vez procedente de aún más atrás, desde un pelotazo de Savic que encontró a Koke también por el centro. El internacional español fue demasiado inocente en su remate; una vaselina que atrapó bien situado el guardameta, vital para repeler la tercera opción del Atlético.

Ésta llegó desde la segunda jugada tras un balón aéreo, desde las botas de Koke, que recogió el rechace y que descubrió a la primera el desmarque de Griezmann. El francés, todo un seguro hace unas semanas, también la picó ante Zoet, que desactivó la ocasión con la mano izquierda.

La segunda parte comenzó con un control del choque más de posesión y posición que incisivo del Atlético, en el que Simeone movió el banquillo a la hora de juego, cuando incluyó a Fernando Torres y apuntaló el paso adelante del conjunto madrileño. Lo notó el PSV, que apenas cruzó ya los tres cuartos de campo, y lo sintió Cocu, que rearmó su retaguardia pero que no contaba con la expulsión instantes después de Pereiro.

Por delante, al menos 23 minutos de repliegue masivo del PSV y de asedio del conjunto madrileño, otra vez limitado de recursos cuando se encierra su rival, pero, sobre todo, otra vez, sin gol.