Buena parte de la intervención de Carlos Mouriño giró en torno al frustrado fichaje de Nolito por el Barcelona en el último mercado de invierno y de las malas relaciones que el Celta mantiene con el club catalán por su comportamiento el pasado verano en el fichaje del canterano del equipo alevín céltico Anware Mediero, que llevó al Celta a suspender la comida de confraternidad entre ambas directivas antes del partido disputado en septiembre pasado en Balaídos y que propició posteriormente que ningún directivo céltico se sentase recientemente en el palco del Camp Nou como medida de protesta.

Sobre el atacante gaditano, el máximo responsable del Celta reiteró lo que Miguel Torrecilla manifestó en su momento, esto es, que el Barcelona no llegó a presentar una oferta en firme por el jugador. "Nunca hubo negociación por Nolito. Hubo una llamada al director general y hubo una conversación con el presidente del Barcelona en la que me expone que no puede haber otra forma que la cesión, y nosotros lo rechazamos", explicó Mouriño. Y precisó: "Entonces nos preguntaron si podían buscar otra forma que nos garantizase totalmente el pago, le dijimos que sí y no la encontraron. Jamás hubo negociación ni discusión alguna".

El presidente del Celta desveló que, ante las noticias publicadas en medios deportivos barceloneses que daban a Nolito por fichado el día del partido de Copa contra el Cádiz, se pusieron en contacto con el jugador por si sabía algo pero éste les dijo que él tampoco tenía ninguna noticia". Mouriño reveló, asimismo, que la renovación de Nolito con el Celta no se ha llegado a formalizar por la elevada comisión con la que a última hora se descolgó su agente, que el Celta no está dispuesto a pagar. Según el presidente, "no se trata de por un problema económico porque la cantidad es mísera, sino por una cuestión de principios". Dicho acuerdo, que contemplaba un año más de contrato y un incremento de la cláusula de rescisión del jugador hasta los 25 millones de euros, ya no se va a formalizar.

El mandatario desvinculó, por otra parte, el desencuentro con el Barcelona del caso Nolito y atribuyó el malestar del Celta (que no ruptura de relaciones) con el club catalán al ocultamiento del fichaje del canterano céltico Anware Mediero. . "El problema no nació de la negociación con Nolito, sino del principio de Liga, cuando no se comunicó con nosotros para decirnos que el niño ya estaba en Barcelona. Y esto no lo hace un club amigo", afirmó. Y remachó: "Somos un club modesto pero tenemos un gran orgullo".