El debate vuelve al Bernabéu, donde el empate en Málaga ha despedido al equipo de las escasas opciones de conquistar la Liga. Otra vez las discusiones sobre el modelo, la plantilla o el banquillo. No era tan fiable con Benítez ni parece serlo con Zidane. Cuando el francés tomó el mando hace ahora siete jornadas, el Barcelona estaba a cinco puntos: dos reales más los tres supuestos de su partido aplazado ante el Sporting, que finalmente sumó. Ahora está a nueve, y el efecto Zidane se apaga. Porque la Liga ahora sí que suena a un imposible, con esa distancia, un derbi a la vuelta de la esquina y una visita al Camp Nou. Y todo eso con 13 jornadas por disputarse.

La apuesta del Madrid de Zidane se aplaudió entre el madridismo. La idea de juego parece otra, pero los resultados son idénticos. Si comparamos los ocho primeros partidos del Madrid de Benítez (seis de Liga y dos de Champions) con los primeros ocho de Zidane, (siete de Liga y uno en Europa), hay seis victorias y dos empates en ambos casos. El equipo de Benítez era menos poderoso en ataque, 20 goles a favor por los 26 del de Zizou, pero más sólido en defensa, con un tanto en contra por los seis con el francés, todos ellos en Liga. En lo que respecta a la trayectoria de la Liga, este Madrid es algo mejor: ha cedido dos empates por los tres que ya había firmado el de Benítez en sus siete primeras jornadas de Liga, ante Sporting, Málaga y Atlético.

El Madrid se ha dejado la Liga por su pobre rendimiento lejos del Bernabéu. Le ocurrió al Madrid de Benítez y le pasa algo similar al de Zidane. El entrenador ha logrado dar otro aire al equipo en Madrid, pero ya ha cedido dos empates en siete jornadas, frente al Betis (1-1) y en La Rosaleda, sin olvidar que se ganó en Granada en el último suspiro con aquel misil de Modric desde la frontal. En total, los blancos se han dejado ya 16 puntos a domicilio, por lo que hay que sumar 12 de la etapa de Benítez. De hecho, el Madrid sólo ha logrado encadenar dos triunfos seguidos lejos de casa una vez, y fue el pasado 23 de septiembre, tras vencer al Espanyol primero (0-6) y en san Mamés después (1-2). Con Benítez, el Madrid cayó en Sevilla y en El Madrigal, y no pasó del empate contra Sporting, Atlético y Valencia, en el último partido del madrileño en el banquillo del Real Madrid. Allí se acabó su aventura y llegó entonces Zidane investido de un aura medio mágica, con el arsenal mediático soplando a su favor, pero cuando ha tenido que resolver los problemas tácticos del equipo ha terminado por repetir los números de Benítez. O uno no era tan malo, o el francés todavía no es tan bueno. Respuestas que se irán conociendo con el paso de las semanas. Pero mientras, la Liga parece haber volado. Todo a la Champions.