El Celta B sumó en Las Gaunas su tercer empate como visitante y eso que pudo lograr su primer triunfo a domicilio ante un UD Logroñés irregular que estuvo contra las cuerdas y que no termina de levantar la cabeza, consiguió 1 punto de los últimos 12. El conjunto vigués fue mejor durante una primera parte en la que el cuadro local estaba más pendiente de no fallar que de buscar alternativas en ataque y durante el segundo tiempo pudo sentenciar la contienda a los 18 segundos de la reanudación. Sufrió el empuje de los riojanos durante unos minutos de descontrol y retomó la dirección del juego en la recta final.

El gol del Celta B pasada la media hora de partido fue sinónimo de cómo estaba transcurriendo el encuentro. Balón que recupera el cuadro vigués, juega entre líneas, el delantero Pedro Martín se hace hueco para chutar, se da la media vuelta y casi sin querer, pero queriendo, engancha un tiro cruzado que después de pegar en el poste entra a portería. Porque la UDL, quizá tocada por las dos derrotas seguidas que acumulaba, apostó por no asumir riesgos, por lanzar sobre sus hombres atacantes -el más alto 1,75- y tratar de ganar la segunda jugada. Pero el cuero era para un mejor colocado Celta B, lo que provocaba que la desconexión blanquirroja fuera en aumento con el paso de los minutos.

En un córner, que debió ser saque de puerta, pudo el equipo de Alejandro Menéndez adelantarse en el marcador. Saque de esquina muy cerrado que lanzó Fragapane y De Amo, en el segundo palo, remataba para superar al capitán riojano, pero Miguel Santos, providencial, lo evitaba sobre la línea con la cabeza.

El bloque de Carlos Pouso, de manera aislada y que cuenta con futbolistas de calidad, dejaba algún destello, pero todas las acciones, además de imprecisas, eran precipitadas y culminaban con lanzamientos lejanos que no encontraban la dirección deseada.

El segundo tiempo comenzó con un paradón de Miguel a remate de Adri Cuevas a los 18 segundos. Lo que pudo ser la sentencia, animó a una Unión Deportiva Logroñés que iba a empujones -dos acciones de Íker Alegre, un remate alto de Adrián León, un remate de Borja tras un córner-, quería llegar tan rápido sobre la meta de Iván Villar que confundía los términos. El conjunto celeste debía administrar la renta, pausar el juego y tratar de sacar provecho de la ansiedad blanquirroja. Pero la velocidad en los extremos varió el discurso. Titi conectaba con Íker Alegre y la Unión Deportiva Logroñés hacía el empate en el ecuador de la segunda parte. De Amo respondió con un buen tiro tras una falta lateral y al cuadro local le entró el miedo a perder, así que el Celta B no sufrió en la recta final del choque. Es más, pisó campo ajeno, aunque carecía de ocasiones reales pese a que porfió por el triunfo.

Una vez más la falta de fe, o el miedo a perder el punto que tenía adjudicado, impidió a la escuadra viguesa llevarse un triunfo de Las Gaunas ante una Unión Deportiva Logroñés que en la tarde de ayer pareció atenazada y que no demostró la posición que ocupa en la tabla.

El conjunto de Alejandro Menéndez, por contra, tiene que empezar a sumar de tres en tres si no quiere pasar apuros en el tramo final de la competición.