El Club Vigo escapó de cualquier confianza y consiguió una convincente victoria ante el Lugo, colista de la categoría. Pese a la clasificación, los de Penedo huyeron de cualquier relajación conscientes de que la situación de los lucenses podía llevar a caer en una falsa confianza que complicase la tarde. Pero no fue así. El Vigo apretó desde el comienzo y logró una nueva victoria pese a que a última hora se quedaron sin cuatro jugadores por diferentes motivos. Un hándicap que los de Penedo fueron capaces de solventar sin mayor complicación.

El primer set, el mas igualado de los tres, comenzó con mucho nerviosismo en las filas de los dos conjuntos lo que significaba que la igualdad era la tónica. Los locales fueron capaces de escaparse con dos puntos de diferencia en el 20-18 y se apuntaron la victoria por 26-24 con bastantes apuros.

El segundo tuvo poca historia ya que salvo la igualdad de los primeros compases (6-6), el resto del set quien tuvo la iniciativa, el acierto y el mejor juego fue el equipo local. Fue un set en donde pudimos ver a los locales jugar mas tranquilos y haciendo lo que saben hacer sin demasiadas florituras. Esto les llevó a dejar clavados a los visitantes en el marcador para llevárselo con mucha facilidad.

El tercero, que a la postre sería el último, tuvo un desarrollo similar al anterior. Comienzo igualado y a partir del empate a 8 puntos fueron los locales los que, con dos buenos bloqueos, se marcharon en el marcador. Esta pequeña diferencia fue aumentando hasta conseguir despegarse nueve puntos, 24-15. Final agradecido ya que el técnico local pudo sacar a cancha a jugadores menos habituales, algo que agradeció la afición y los propios jugadores.