Correr no tiene edad. Siempre y cuando se realice con precauciones y a partir de una rutina progresiva que vaya paso a paso, esta práctica deportiva puede llevarse a cabo. Correr es tan sencillo que puede practicarse hasta luna edad avanzada. Cómo dicen algunos, "hasta que el cuerpo aguante". Con un buen calzado y un médico que indique el estado real del corredor, la actividad puede iniciarse y continuar hasta la vejez. Son numerosos los casos de atletas que han completado incluso maratones (42,195 kilómetros) a una edad avanzada.

Los corredores senior o mayores de 60 años, serán los protagonistas del próximo número de "Experiencia Running", colección que puede adquirirse cada domingo con FARO DE VIGO por sólo 0,50 euros más el cupón que aparecerá en el lomo del periódico. Entre sus diversos contenidos, destaca la historia de Fauja Singh, el maratonista más longevo del mundo. Comenzó a correr a los 89 años, tras un drama familiar, y se mantuvo en activo hasta los 101, completando nueve maratones. Este atleta indio puede servir de ejemplo a todas esas personas que, a partir de cierta edad, creen que "ya no están para hacer deporte". Error.

A partir de los 45 años, la capacidad para el ejercicio aeróbico decae un 10% por década. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Greenville, en Carolina del Norte, explica que los corredores mayores pueden recuperar la velocidad realizando fortalecimiento muscular. A mayor edad, aumenta la contracción del sistema muscular. Si se pretende mantener la velocidad, explica este estudio, el corredor de más de 50 años deberá efectuar un esfuerzo más grande. Por ello, la cúspide de un maratonista de alto rendimiento suele darse entre los 30 y los 35 años. A partir de entonces se entra en una inevitable curva descendente en el rendimiento. Con esta merma, se dan pasos más cortos como una adaptación neuromuscular al desgaste de la edad para ahorrar energía. Y con esto se exige más a las articulaciones de la cadera en detrimento de las de la rodilla y el pie.

Por todo ello, los mayores de 50 o 60 años deben saber que tiene una nueva oportunidad. Las personas en esta franja de edad se encuentran aún con fuerzas y ganas de mejorar física y mentalmente, y suelen atravesar una etapa de la vida en la que es probable que cuenten con más tiempo e independencia, dado que los hijos han crecido y no requieren tanta atención. Además, la vida laboral también puede haberse reducido e incluso, desaparecido tras la merecida jubilación. Por todo ello, tienen innumerables motivos para ponerse a correr y llevar un ritmo de vida activo. Por un lado, este deporte ayuda a combatir el colesterol, es un buen sostén físico y psicológico, ocupa el tiempo de ocio, mejora la capacidad cardiovascular, da energía y vigor y combate el estrés. Y por otro, quizá el más importante: ayuda a combatir el debilitamiento de los hueso en las personas mayores. Una razón de peso.