La rivalidad entre Celta y Eibar queda reducida al terreno de juego, entre los jugadores. Las aficiones de los dos equipos llevan tiempo hermanadas y cada partido se convierte en una excusa para celebrar jornadas de confraternidad. Ocurrió en la primera vuelta en Ipurúa y ahora toca en Vigo.

Los seguidores de ambos clubes se han adelantado al acontecimiento deportivo y ayer por la tarde se juntaron las peñas Esmorga Zeleste y Eskozia la Brava, en el Casco Vello vigués. La fiesta de los miembros de ambas peñas y algunos agregados continuó por la noche en la zona de Churruca.

A este hermanamiento ha contribuido la peña celtista Eibarzale, fundada en 1999. El Bar Etxegiña, situado en la calle Bittor Sarasketa de la localidad guipuzcoana, es el punto de encuentro de los aficionados del Celta y el Eibar cuando el partido se juega en Ipurúa.

Antes del que se disputará esta noche en Balaídos, los seguidores de ambos equipos continuarán de fiesta. A las 12 de este mediodía estarán por el Casco Vello. En la comida de confraternidad se unirán otras peñas de los dos clubes. A partir de las cinco de la tarde, la fiesta se trasladará a las inmediaciones del estadio de Balaídos. Una vez finalizado el encuentro, se espera que los dos colectivos se diviertan juntos hasta la madrugada.