El hogar de los Rodríguez Huertas, en Tomiño, desborda talento y sacrificio. Roi, Iria y también Uxía forman un trío de hermanos que destacan, en mayor o menor medida, en el deporte. Roi, doble campeón mundial sub 23 en piragüismo, ejerce de referente para sus hermanas pequeñas, que lo admiran y apoyan a partes iguales en ese difícil camino que se dispone a recorrer hacia los Juegos de Río de Janeiro del próximo mes de agosto.
Cuando tenía 10 años, él y su hermana (cuatro años meno) se anotaron en el Club Atletismo Porriño tras mudarse a vivir a Tomiño. Compartieron actividad hasta que Roi se sintió seducido por el piragüismo. "Como vivíamos en Tomiño, pasábamos mucho por Tui y un día me llamó la atención. Fuimos a preguntar y decidí probar". Ahí nació el deportista que es hoy. Combinó algún tiempo más la pala con las zapatillas, pero al llegar a primero de Bachillerato tuvo que optar por una de las dos disciplinas. "Los entrenamientos ya eran más exigentes y no podía compaginarlo todo", reconoce el palista, que cursa ahora mismo el último año de Ingeniería Informática en Santiago.
Iria Rodríguez, por ahora, se atreve a mantener activas sus tres pasiones: atletismo y natación (donde acumula innumerables títulos autonómicos) y triatlón. "Tuve alguna época en la que destaqué más en atletismo, pero realmente este año entré en el Centro de Tecnificación por el triatlón y estoy probando a ver este año qué puedo hacer", explica. "Quiero potenciar los tres deportes, pero lo que me está importando ahora mismo a mí es crecer, hasta que llegue a un punto en el que diga: '¡Quiero esto!'. Tengo a mi hermano como espejo, es un claro ejemplo", dice la deportista.
Lo cierto es que Roi Rodríguez es el gran referente para sus hermanas. Iria habla con orgullo de su hermano, por el que no puede ocultar su admiración. "No hay un referente que pueda tener más cerca, ni un ejemplo más claro. Ha ido de menos a más, y lo está dando todo y estos dos últimos años está subido por las nubes", dice Iria. "El mejor consejo que me ha podido dar es que no hay que emocionarse, que en esto del deporte las cosas llevan mucho tiempo y hace falta mucha cabeza", reconoce. "Tengo que ver cómo las cosas van progresando poco a poco. Si quieres estar arriba a determinada edad, pues tienes que ir poco a poco. No hay más". Un consejo que vale oro, aunque el 'maestro' reconoce que las pequeñas de la saga también le sirven de inspiración. "Puede que yo sea un referente para ellas, pero también ellas para mí. El sacrifico que ellas hacen a diario es bastante parecido porque tienen también que dedicarse a sus entrenamientos y estudios como yo", y se confiesa "orgulloso" de que las benjaminas de la casa sigan sus pasos. "Yo estoy orgulloso. Si estás en esto es porque te gusta lo que haces. Si eligieron esto es porque es lo que les gusta y les hace felices", añade.
Además, compartir su pasión por el deporte les ayuda a reforzar sus vínculos. "Tenemos un vínculo fuerte. Somos hermanos y nos hemos peleado en alguna ocasión, es cierto, pero a medida que han pasado los años cada vez estamos más unidos. Tenemos bastantes cosas en común y nos entendemos bastante bien, la verdad", dice Iria.
El palista está ante uno de los momentos más importantes de su carrera. Le quedan tres meses para luchar por su gran sueño de ir a Río. "Estamos todos muy ilusionados con lo que pueda pasar y mi familia me apoya. Todos me ayudan en lo que pueden", reconoce el doble campeón del mundo. Su hermana también sueña con verle en Río, y se muestra exigente: "Creo que incluso aún le falta algo más que demostrar. Todavía no está en su punto más fuerte. Me espero incluso algo más de él y confío muchísimo en que si sigue así pueda dar mucho que hablar". También espera poder acudir a animarlo al selectivo en el que se jugará sus opciones olímpicas. "Si puede ir a Río sería increíble", reconoce.
Roi Rodríguez está abriendo un camino que sueña que algún día puedan recorrer sus hermanas: "Yo creo que es la meta de todo deportista. Estaría muy bien. No hay fiesta más grande que esa", dice Iria. "Creo que hay posibilidades de que ellas, en el futuro puedan ir a unos Juegos, ¿por qué no?". El mejor ejemplo lo tienen en casa.
"Les debemos mucho a nuestro padres"
- Tanto Iria como Roi saben que el esfuerzo y sacrificio son la receta que les ayuda a conseguir todos sus éxitos. "Por mucha genética que tengas, si no te esfuerzas los resultados no van a salir", dice el palista.Pero no solo hablan del esfuerzo personal, sino del de su familia, para poder estar hoy donde están. "Les debemos mucho a nuestros padres", dice Iria. "Ahora que yo estoy en el Centro de Tecnificación de Pontevedra y que Roi está en Santiago, todo es más fácil para mi madre, pero antes tenía que ir a llevar a mi hermano a Tui, a mí al Náutico o a Porriño. Se pasaba toda la tarde de un lado a otro", explica.Organizarse era una tarea titánica. Incluso los fines de semana. "Lo que más pena me dio fue que mi padre y yo nos perdimos el Mundial de mi hermano en el que logró dos oros, porque yo tenía una competición de triatlón y mi padre tenía que llevarme la bici en el coche", se lamenta. "Para mí fue una pena enorme. Así que a ver si puedo ir al selectivo a verlo, porque confío en él y creo que puede demostrar muchísimas cosas".El viernes es para la atleta el mejor día de la semana. "Me he adaptado bien a Pontevedra y la verdad es que aprovecho mucho más el tiempo, porque antes perdía muchas horas en los desplazamientos, pero todas las semanas deseo que lleguen los viernes para irme a casa, ver a la familia, estar en mi cama, estar un poco más tranquila... Además mi hermano suele llegar también los viernes y me gusta disfrutar del tiempo en familia porque para mí es un apoyo muy importante. Si no tuviera su apoyo, en esto del deporte no hubiera podido avanzar mucho", indica.
