Con el recuerdo de haber ganado allí su último título de Liga de Campeones, Íker Casillas superó con éxito su reencuentro con el Estadio de la Luz y salió reconvertido en héroe tras el triunfo del Oporto sobre el Benfica y su portentosa actuación.

Cuatro paradas salvadoras permitieron a Casillas firmar su mejor actuación desde que fichó por el Oporto para conseguir la victoria en la Luz (1-2) y sumar ante su mayor rival tres puntos que devolvieron a los "dragones" a la lucha por la Liga aunque lo tienen complicado porque el Sporting de Lisboa, que ayer se impuso al Nacional, aventaja en seis puntos a sus dos perseguidores.

El portero español hizo frente así a las críticas recibidas en las últimas semanas tras protagonizar algunos fallos y se resarció de su actuación en la final de la Liga de Campeones de 2014, en la que un error suyo permitió al Atlético de Madrid adelantarse en el marcador con un gol del uruguayo Godín. El portero era el dueño absoluto de las portadas de la prensa portuguesa que ayer calificaban a Casillas de "héroe, gigante o santo" dependiendo del medio que se leyese.