"Estamos jodidos, no nos vamos a engañar. Sabíamos que era un partido muy difícil, que había que marcar cuatro goles para empatar la eliminatoria y hemos creído en ello desde el primer minuto hasta el último. Estoy muy orgulloso de mis compañeros porque hemos luchado desde el primer minuto hasta el minuto noventa, aún teniendo que marcar cinco. Era imposible pero lo hemos dejado todo en el campo, con la ayuda de la gente. El campo estaba un poco difícil por todo lo llovió pero si tengo que morir que sea de pie y con mi gente", explicó Iago Aspas sobre lo sucedido ayer en Balaídos.

El autor de los dos goles del Celta agradece el aliento de la afición. "Como siempre, nos ha apoyado, ha creído con el 2-0 como nosotros. Pena que nos dieran ese mazazo tan rápido. La alegría nos ha durado muy poco, nos ha devuelto a la realidad de que había que meter muchos goles".

Considera el moañés que el árbitro debió expulsar a Sergio Rico por el penalti a Guidetti. "Ha pasado en otras ocasiones aquí pero no podemos hablar mucho del Comité porque igual nos sancionan a nosotros".

"Me voy orgulloso del campo. Sí es cierto que no hemos ganado, pero hicimos un buen partido, luchamos hasta el último minuto", apuntó Aspas, quien cedió el balón a Guidetti para que el sueco lanzase el penalti, "porque lo vi con confianza". Ahora, Aspas subraya que el Celta tiene que centrarse en la Liga, "en pelear el séptimo puesto. Quedan quince jornadas", añadió.