Eduardo Berizzo vuelve a ser la imagen que simboliza la apuesta por el "fútbol-espectáculo". El argentino metió el partido de anoche en Balaídos en una montaña rusa. Ese atrevimiento estuvo a punto de salirle bien. Su equipo llegó a estar a dos tantos de forzar la prórroga. Por ello, el preparador céltico declaró ante los medios estar "orgulloso" del esfuerzo de sus jugadores. "El mejor resultado es la ovación de la grada", afirmaba.

El entrenador del equipo vigués estaba impresionado por el comportamiento de las quince mil personas que acudieron a Balaídos. Berizzo incluso señaló que en su época "como integrante del mejor Celta de la historia" no recordaba esa ovación. Destacó, de nuevo, el esfuerzo, el trabajo y la fe de sus jugadores, que siguieron peleando por el encuentro hasta el pitido final.

Sobre la posible roja que debió ver Sergio Rico, Eduardo Berizzo manifestó que no quiere opinar de las actuaciones de los árbitros. Además, el técnico argentino ha calificado la eliminación de "punto de inflexión". La presente edición de Copa ya es historia, pero el entrenador del Celta sabe que la noche vivida en Balaídos puede ser el impulso perfecto para que el Celta logre a final de curso una de las tres plazas que permiten disputar la Europa League.