El Real Betis se reencontró con la victoria como local, logró, ante el Valencia, la segunda en el Villamarín después de media Liga y respira en la clasificación, en la que iguala a un Valencia muy tocado, a la deriva y que mostró en Sevilla su pésimo rendimiento de esta campaña.

También los dos entrenadores buscaron soluciones en sus equipos iniciales con los refuerzos del mercado de invierno. El preparador valencianista, el inglés Gary Neville, quiso potenciar la banda izquierda con sus dos fichajes de este período, el lateral brasileño Guilherme Siqueira y el extremo ruso Denis Cheryshev.

Juan Merino, por su parte, hizo debutar en el lateral derecho al barcelonista Martín Montoya y por el extremo de esa banda al joven belga Charly Musonda.

Fueron los visitantes quienes mas expusieron, con superioridad de hombres en el centro del campo y una presión adelantada que dificultó que los locales tuvieran claridad para acercarse a las inmediaciones del meta australiano Matt Ryan.

En la reanudación el partido fue otro radicalmente, ya que a los cuatro minutos el goleador bético, Rubén Castro, encontró la meta adversaria después de una descoordinación defensiva del rival y poco después Negredo falló una clara ocasión para empatar al evitarlo sobre la raya de gol el lateral izquierdo peruano Juan Vargas.

El 1-0 le dio al choque la intensidad que no tuvo en la primera parte, pues el Betis jugó con más desparpajo.