Iago Aspas, aunque admite los errores propios y los aciertos ajenos, no se olvidó de indicar también los fallos de Clos Gómez a la hora de establecer responsabilidades en el resultado. "Es muy complicado, después del penalti en la primera parte tuvimos unos minutos buenos. Luego, en la segunda, el penalti a Tucu es como una catedral, pero el comité a quien castiga es a nosotros", dijo el moañés en declaraciones a la Radio Galega, seguramente en referencia a las sanciones a Orellana y Hugo Mallo ratificadas ayer por el Comité de Apelación. También se le preguntó por la decisión del Comité Técnico de Árbitros de denunciar a Eduardo Berizzo por sus críticas al árbitro del encuentro ante Las Palmas, José María Sánchez Martínez. "Es de risa, pero los jugadores no podemos hacer nada", indicó el moañés.

Aspas no tuvo demasiado protagonismo en el juego, en gran medida por el intenso marcaje que sus excompañeros del Sevilla aplicaron sobre él y que el propio Aspas acepta: "Ellos buscan lo mejor para ellos y yo lo mejor para mi equipo. Son roces y, al final, se queda en nada". Respecto al futuro, admite el mal momento del Celta pero indica: "Estuvimos de quintos durante muchas jornadas en Liga, hay que seguir trabajando para seguir arriba".

Rubén Blanco admitió, por su parte: "Estamos jodidos. No sirve de nada ser el mejor o ser el peor. Somos un equipo y cuando no estamos bien, se nota. Sabemos las fortalezas del Sevilla que eran el juego aéreo y la velocidad y así llegaron los goles. Pero no hay nada imposible. En fútbol nunca se sabe lo que puede pasar".