Mazazo. El Celta perdió una Copa en Sevilla y quince años después sufre, de nuevo en tierras hispalense, un nuevo golpe, un castigo excesivo para un conjunto que no firmó su mejor versión, pero que jamás mereció un resultado tan duro y tan adverso. La goleada sufrida en el Sánchez Pizjuán convierte el sueño copero en una quimera. El juego aéreo y las contras dejan al Celta a un paso de quedarse a las puertas de la final de la competición del KO.

El equipo de Berizzo no se sintió a gusto en el feudo sevillista. La intensidad del Sevilla asfixiaba la zona de creación del cuadro visitante, que prácticamente nunca fue capaz de imponer su estilo. En cambio, el cuadro hispalense sí ponía su impronta sobre el tapete del Sánchez Pizjuán. Los centros laterales eran constantes, un examen continúo a los problemas en el juego aéreo que sufre este Celta.

El equipo vigués sobrevivía al arreón inicial de los locales. Rubén Blanco mantenía con vida al Celta. Primero sacó sobre la línea de gol un remate de cabeza de Rami y, al filo de la media hora de juego, paró un penalti a Kevin Gameiro. Esa intervención desequilibró por unos instantes a un Sevilla mucho más intenso. De hecho, Sergi Gómez dispuso de la ocasión más clara para los visitantes, pero su cabezazo se topó con la madera de la portería de Sergio Rico.

El encuentro seguía instalado en la locura. El equipo de Emery estaba a gusto en ese intercambio de golpes en el que el Celta sobrevive a la perfección. Sin embargo, no era el día. Radoja no era el de las últimas citas. La sala de máquinas no carburaba. "Tucu" Hernández estaba impreciso y Wass era incapaz de frenar el vendaval de un conjunto que mezclaba el músculo de N´Zonzi y Cristóforo en el doble pivote con el talento de Banega y Krohn-Dehli.

El partido seguía jugándose por las alturas. El Sevilla insistía con los centros laterales. El Celta mantenía el cerrojo gracias a la labor de la zaga y de un Rubén Blanco que estuvo espectacular en las salidas. Sin embargo, el mazazo llegaría al filo del descanso. Rami cazaba un balón en el área. Su remate se convertía en imposible para el portero mosense. Golpe psicológico que hacía prever lo que pasarían en los siguientes 45 minutos.

En el segundo acto el Celta sería víctima de su locura. El equipo vigués tuvo la posesión, se asomó sobre la portería de Sergio Rico, pero fue incapaz de anotar ese gol que pusiera en aprietos a su rival. Al filo del cuarto de hora de la reanudación, "Tucu" Hernández sufrió un penalti. Clos Gómez señaló córner y tras ese saque de esquina llegaría el vendaval hispalense. Gameiro aprovechó la contra para plantarse solo ante Rubén Blanco y amenazar un sueño copero que, tres minutos después, se convertía ya en una quimera. Mismo goleador, misma jugada. La acción era un calco. El ariete del Sevilla ganaba de nuevo la espalda a la defensa del Celta y no perdonaba.

En esa cuenta atrás hacia el desenlace del encuentro de ida, el conjunto vigués buscó la reacción. La sala de máquinas seguía sin carburar, pero tampoco el ataque estaba acertado. Orellana y Aspas inquietaban a la zaga hispalense, pero no culminaban los ataques de un Celta que vio cómo en dos jugadas se habían esfumado sus opciones reales de estar en la final de Copa. Berizzo introdujo a Beauvue y dio la alternativa a Marcelo Díaz. El guión seguía siendo el mismo. El Sevilla, en cambio, seguía buscando otro golpe de gracia. Iban sobrados de fuerzas. Ese tanto llegó en la recta final. También a la contra. Con Gameiro en el banco, el encargado de sentenciar la eliminatoria fue Michael Krohn-Dehli. El danés no festejó el tanto que convierte el sueño de la Copa en algo casi imposible, tan improbable como la permanencia de hace tres años. ¿Por qué no mantener ese sueño?

Ficha técnica:

Sevilla: Sergio Rico; Coke, Rami, Kolo, Tremoulinas; N´Zonzi, Cristóforo (Carriço, 71´); Vitolo, Banega (Konoplyanka, 75´), Krohn-Dehli; y Gameiro (Llorente, 80´).

Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Cabral, Sergi Gómez, Jonny; Radoja, Wass (Marcelo Díaz, 84´), "Tucu" Hernández; Orellana, Iago Aspas y Guidetti (Beauvue, 78´).

Goles: 1-0: Rami (44´); 2-0: Gameiro (59´); 3-0: Gameiro (62´); 4-0: Krohn-Dehli (87´).

Árbitro: Clos Gómez (comité aragonés). Mostró tarjeta amarilla por parte del Sevilla a Coke, Rami, Krohn-Dehli y Llorente mientras que por parte del Celta vieron cartulina amarilla Sergi Gómez, Radoja, Wass y Aspas.