Lo del Unión Grove empieza a ser para hacérselo mirar. Y es que hasta la fecha, y pese a que ya suman 25 puntos, solo han conseguido ganar un partido como locales. Las porterías de Monte da Vila parecen haberse encaprichado esta temporada con la suerte de los de Borja Burgos y ayer no fue una excepción.

El inicio respondió al prototipo de cualquier derby. Intensidad y disputa para abrir fuego. Los primeros revolcones llegaron en la portería de un acertado Roberto Pazos que repelió hasta dos buenos acercamientos. Incluso hubo un gol anulado a Martín Rey que los grovenses protestaron airadamente.

Tras el descanso, el Portonovo empezó a sentirse más cómodo con el balón aunque las ocasiones siguieron llegando para el bando local. Nel incluso mandó dos veces el balón al poste y Pazos volvió a salvar un buen disparo de Pichi cuando ya se cantaba el gol. Sin embargo, los que celebrarían a continuación fueron los de Óscar Guimeráns con un disparo de Rober que se coló por la escuadra de Velay.

El 0-1 terminó con la insistencia del Unión Grove hacia la portería rival. Un Portonovo mucho más desahogado tuvo aún más el balón y pudo poner la puntilla con un tanto de falta directa de Brian que dificulta el futuro de los mecos.