En los días de rosas que vive la afición del Celta con su equipo, ayer se produjo un nuevo suceso ya que un buen grupo de aficionados, superior al centenar compartió la mañana con sus ídolos. Primero acudieron a Peinador a recibir a la expedición que llegaba desde Madrid y posteriormente acudieron a la sesión de trabajo en A Madroa. Incluso le cantaron el "cumpleaños feliz" a Orellana. Todo muy tierno.