El Celta arrancó un punto en su visita a Lugo, un empate que deja un buen sabor de boca ante un rival que está peleando por el título de Liga. Sin embargo los vigueses tuvieron ayer muchos problemas para adaptarse a un mal terreno de juego, con unas condiciones que en nada ayudaron a los vigueses a realizar su juego. Además, a medida que pasaban los minutos las condiciones del campo empeoraban con lo que el juego se resentía todavía más.

El encuentro fue muy diferente al disputado en la primera vuelta en A Madroa. En esta ocasión la igualdad fue la tónica general del encuentro. Los dos equipos querían controlar el balón en el centro del campo. Sin embargo el cuadro vigués volvió a adolecer de un problema que se repite a lo largo de toda la temporada, y es la falta de gol. El equipo entrenado por David de Dios dispuso de varias ocasiones para adelantarse en el marcador, pero una vez más estuvieron negados ante el gol.

En la segunda parte el Lugo se estiró buscando el tanto. El Celta acusó ciertos problemas en defensa, pero por fortuna no llegó el tanto permitiendo la igualdad en el marcador.

La polémica del encuentro llegó a diez minutos para la conclusión del encuentro, cuando Nacho Lorenzo conectó una potente chilena que se coló en la portería de Pablo. Los jugadores del Celta protestaron la acción por considerar que juego peligroso, señalando la falta y evitando que se rompiera la igualdad inicial.