El Celta B sigue en caída libre. Regresa de Astorga con una nueva derrota. Fue vapuleado por el equipo maragato en un partido al que le sobró el segundo acto. Los de Torres Gómez encadenan así nueve jornadas sin ganar en las que han sumado sólo cinco puntos de 27 posibles, guarismos que han precipitado al filial celeste a la cola de la tabla.

La necesidad del Astorga de sacar los tres puntos y la timidez de un Celta con media plantilla fuera entre sanciones, lesiones y llamadas de Berizzo para el primer equipo, se reflejaron en la intensidad con la que salieron ambos conjuntos al maltrecho césped de La Eragudina. El primer cuarto de hora de juego fue de claro color maragato. Paulino mandó a sus discípulos presionar la salida de balón del Celta B y en esa tesitura el equipo celeste nunca se encontró cómodo. A pesar de todo, en ese tramo del choque el Astorga no logró generar ninguna ocasión de gol clara. Con todo, su superioridad fue aplastante. No se tradujo en el marcador, pero no iba a tardar en hacerlo.

Una vez superado el ecuador de la primera mitad el Astorga ya avisó de que el día pintaba a goles, aunque en el aviso inicial Roberto Puente cayera en fuera de juego claro al rematar a gol un disparo cruzado de David Bandera. Apenas cinco minutos después llegaba el primer gol verde al ejecutar Víctor un libre directo desde la frontal con gran maestría. Elevaba el balón por encima de la barrera y superaba a Iván Villar. El tanto cayó como un jarro de agua fría en los jugadores del Celta B, que entraron en crisis. A renglón seguido el filial recibía el segundo tanto. Peláez veía delantado a Villar y le superaba con una preciosa vaselina.

Borja Iglesias junto a Luis Rioja eran los únicos capaces de llevar algo de peligro a la portería de Romero, aunque lo cierto es que no lograron disparar entre los tres palos en toda la primera parte.

No dudó en aprovechar eso el equipo local, que aún dejaría un par de sorpresas más antes de que el árbitro decretara el final del primer tiempo. Ivi Vales, que cambió continuamente su posición con Diego en la banda, fue capaz de internarse esta vez por la derecha para poner un balón pegado a la línea de fondo que Bandera recogió en el primer palo y en dos toques cedió al centro ante la mala salida de Villar y de Riera para que Puente, que entraba desde atrás, rematara en el área pequeña y a placer el tercero. Antonio, al filo del descanso, todavía tuvo tiempo para redondear la cuenta local.

La segunda parte ya sobró. Retiró el Astorga el pie del acelerador y no quiso hurgar más en la herida de un Celta B al que le espera una dura travesía en esta segunda vuelta.