Duro partido contra Eslovenia, dirigida por una leyenda del balonmano, Veselin Vujovic, miembro de aquella Metaloplastika de los ochenta que muchos consideran el mejor equipo de la historia del balonmano. También jugaban Isakovic, Vukovic, Portner... Practicaban aquella temida defensa 3.2.1, que todavía hoy se denomina yugoslava.

Vujovic, fue mejor jugador del mundo y campeón olímpico. También de Europa a nivel de clubes con la Metaloplastika y el Barça. Un crack. Siendo entrenador de la Metaloplastika, un día me llamó. Yo dirigía al Teucro. Me dijo: "Fran, tengo un zurdo en el segundo equipo que puede ser bueno. Fíate de mí". Era Mikulic, que aún hoy ostenta el récord de goles anotados en la Asobal en un partido, 21, con la camiseta del Octavio. A Pontevedra llegó haciendo dedo desde Madrid, con un diccionario en la mano. Debutó en Málaga. Perdimos, pero él metió quince goles. "Fíchalo por tres años", le recomendé al presidente del Teucro. ¡Y estaba en el segundo equipo de la Metaloplastika!.

A un equipo dirigido por Vujovic hay que respetarlo. España sale con tres cambios respecto al partido contra Alemania. Peréz de Vargas en portería, en ataque Del Arco y Mindegia. Ataques precipitados, dos goles en doce minutos... Vujovic cambia constantemente la defensa, se anticipa. Empieza en 5.1, pasa a 6.0 en la siguiente acción y continúa en 3.2.1. Eslovenia mueve rápido en ataque gracias al extraordinario Bombac, que Pastor tiene a sus órdenes en el Pick Szeged. Así que Cadenas tiene que meter a su equipo titular, con Entrerrios y Antonio García. Del Arco y Mindegia no vuelven. El técnico quería ahorrar energías, repartir el gasto. No puede.

Manolo Cadenas prueba otras cosas, como el portero-jugador en inferioridad numérica. Y nos castigan con un gol. Es una apuesta extraña de Manolo. Nunca lo había hecho.

Además, apuesta por Pérez de Vargas en la portería. No realiza su segunda intervención hasta el minuto 22. Sterbik es el que gana títulos. Pero Manolo tiene un reparto previsto y lo mantiene.

A España le ha pesado su incapacidad para leer la defensa eslovena y su falta de conexión con la segunda línea, además de desaprovechar las superioridades numéricas. El equipo no ha sido capaz de jugar abierto. Apenas ha lanzado un par de contragolpes. En posicional ha sido una actuación preocupante.

También Vujovic posiblemente ha retrasado en exceso el regreso a la pista de sus titulares. Bombac vuelve con el partido ya igualado. Eslovenia se recupera. España sigue jugando solo en zonas centrales. Pero al final, un tiempo le sale a Vujovic al revés de lo planeado. Me imagino que no estará muy contento. A falta de cuarenta y pico segundos pierden el balón y facilitan el empate. Lo mejor para España: jugando mal, logramos la igualada.