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Fútbol

El Celta recobra el pulso en la Liga

Apoyado en el triángulo formado por Orellana, Aspas y Guidetti, el equipo vigués se rehace con un triunfo al borde del ataque de nervios

Iago Aspas lucha por un balón aéreo con el lateral izquierdo del Levante, Toño García, en un lance del encuentro liguero disputado ayer en Balaídos. // Adrián Irago

Apoyado en un triángulo ofensivo novedoso, el integrado por Aspas, Guidetti y Orellana, el Celta retomó el pulso a la Liga con un sufrido triunfo frente al Levante en el que el cuadro de Berizzo atacó y anotó con soltura pero se complicó la vida con errores defensivos prescindibles que a punto estuvieron de costarle la victoria. El choque frente a los granota, colistas de la categoría, tuvo algo de deja vu. Recordó (y mucho) lo sucedido hace unos meses antes Las Palmas, cuando el Celta dejó escapar una renta de dos goles en superioridad numérica, aunque esta vez los celestes resistieron el tirón final del adversario y acabaron apuntalando un triunfo que pone fin a una racha negativa de tres derrotas y consolida al equipo en la quinta plaza al inicio de una prometedora segunda vuelta.

ataque inédito

Sorprendió Berizzo con un once inédito y hasta cierto punto revolucionario con Aspas y Gudetti juntos por primera vez de inicio en ataque y una defensa con tres laterales en la que Mallo ejerció como acompañante de Cabral en el eje de la línea. El técnico céltico arrimó esta vez al moañés al costado derecho en una posición novedosa, mantuvo al sueco en su posición natural de nueve y puso a Orellana en la media punta y a Bongonda en la banda izquierda. Pablo Hernández y Wass, que frente al Atlético jugó en banda, formaron el doble pivote. Aunque al Celta le costó bastantes minutos generar peligro, tuvo la virtud de reclamar la pelota y llevar la iniciativa del juego hasta encontrar, pasada la media hora de partido, una jugada ganadora para abrir la lata.

guidetti reclama espacio

El marcador lo abrió Guidetti, protagonista de la última eliminatoria de Copa, que también quiere espacio propio en la Liga. El delantero sueco culminó sin contemplaciones un magnífico centro de Aspas desde la banda derecha. La jugada la inició Orellana, que sirvió un gran balón a al moañés, que se internó en el área por la derecha y puso la pelota a Guidetti en el cogollo del área para que la empujase al fondo de la red. Un tanto de bandera.

Solo cinco minutos después llegó el segundo, también de hermosa factura, esta vez escandinava. Wass asistió a Guidetti alzando el balón sobre la espalda de la defensa y el sueco, tras dejar botar la pelota, la elevó por encima de Diego Mariño, el guardameta vigués del Levante.

noveno gol de aspas

Si las cosas pintaban bien para el Celta antes del descanso, la situación mejoró considerablemente nada más reanudarse el partido con otro golazo, esta vez con el sello de Iago Aspas. A lo Juan Palomo, guisándoselo y comiéndoselo él mismo, el morracense arrancó en un sprint letal en el que superó en velocidad a varias defensores granotas y anotó, antes de caerse, cruzando el balón con el interior lejos del alcance del portero. Todo el pescado parecía vendido.

El noveno gol de Aspas esta temporada, sin embargo, tuvo un efecto relajante que fue nocivo para el Celta, que se dejó ir y acabó por meter al Levante en un partido que los granota daban ya por perdido.

minuto fatal

La reacción del Levante llegó en un minuto fatal en el que el Celta concedió dos goles. El primero lo hizo Deyverson, el más listo de la claseque conectó, superando por medio metro en el salto a Cabral, un cabezazo en el área chica que convirtió a Sergio, incomprensiblemente pasivo, en estatua de sal. Un accidente debió pensar el Celta que puso patas arriba el partido porque solo un minuto después de sacar de centro el Gato recibió el segundo, esta vez desde la banda contraria, en otro evidente error defensivo, ahora de Theo Bongonda, que no cierra bien y permite al lateral derecho del Levante Pedro López rematar un centro desde la izquierda del otro lateral granota, Toño García.

orellana templa nervios

El Celta acusó el segundo gol del Levante, que asumió la iniciativa del choque en busca de la remontada y agitó al fantasma de Las Palmas. Los granotas aprovecharon los nervios de los celestes para empujarles hacia los dominios de Sergio mientras Berizzo trataba de poner algo de orden en el desatino general dando entrada primero a Radoja y más tarde a Sergi Gómez. La tranquilidad la puso sin embargo Orellana, uno de los pocos que mantuvo la calma, iniciando y culminando él mismo otra gran jugada de ataque: El chileno protege pelota evitando una pérdida delicada, se gira, tira una diagonal hacia Señé, que la toca a Aspas. El moañés la cruza al otro lado del área, adonde llega galopando Orellana aprovechando el pasillo defensivo para hacer el cuarto ajustando el balón al palo largo con un disparo imposible para Mariño.

Rubi, el técnico granota, quemó las naves con la entrada de Ghilas (antes lo habían hecho Roger y Rubén García) y el Levante, irreductible, sacó aún fuerzas de flaqueza para anotar a dos minutos del final un tercer gol que acabó con Balaídos pidiendo la hora.

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