El Celta no negociará con el Barcelona el traspaso de Nolito. La única posiblidad de que la estrella céltica acabe este mes en el Camp Nou es que el club que preside Josep María Bartoméu haga efectiva la cláusula de rescisión del futbolista celeste, fijada en 18 millones de euros después de su última renovación. El presidente del club celeste, Carlos Mouriño, ha insistido, por activa y por pasiva, en que el Celta no quiere ni tiene necesidad alguna de vender a su atacante más productivo, ni está dispuesto a facilitar su salida, salvo por imperativo legal y previo pago de su cláusula.El propio Carlos Mouriño se refirió ayer a la situación de Nolito. "Todo está tranquilo", aseguró en declaraciones a la cadena Cope antes de la comida con los directivos del Cádiz, que anoche disputó partido de Copa del Rey en Balaídos.

A pesar de que la prensa deportiva barcelonesa y varios medios nacionales daban ayer por inminente el acuerdo para la mudanza de Nolito al Camp Nou, diversas fuentes de Plaza de España tambien negaron que exista una negociación en marcha con el Barcelona por Nolito y que en los últimos días no se ha producido contacto alguno entre los dos clubes en relación al futbolista andaluz. La posición del Celta es inflexible y no ha variado una coma desde hace meses. El único modo de que deje en este mercado el Celta es que algún equipo abone su cláusula de rescisión. En el club rechazan, en este sentido, que hayan contemplado la cesión del jugador con una opción de compra por 20 millones en junio, ni tampoco se han planteado aceptar la cesión de alguna de las jóvenes promesas azulgranas como moneda para abarartar el traspaso. La llave del fichaje de Nolito está, por tanto, en manos del Barcelona. Si el equipo catalán pone sobre la mesa los 18 millones que cuesta el jugador, la operación podría realizarse en cualquier momento. El problema es que el club catalán anda escaso de efectivo y difícilmente podrá reunir esta cantidad por causa del "fair play" financiero y, en su apretada situación económica, la junta directiva azulgrana tampoco parece estar muy segura de pagar una cifra tan elevada por un futbolista que frisa la treintena.

El problema del Celta es que Luis Enrique inisiste en que quiere a Nolito para reforzar el ataque azulgrana y, de algún modo, el club se siente obligado a complacer al entrenador que ha recuperado el excelso nivel de juego que el equipo había desarrollado durante la etapa de Pep Guardiola y que ha ganado cinco títulos desde que asumió la dirección del banquillo hace año y medio.