El Celta juvenil cosechó ayer la sexta derrota de la temporada, que lo aleja de forma muy importante de las dos primeras plazas del campeonato, ahora a nueve y diez puntos respectivamente. A falta de trece jornadas para la conclusión del campeonato liguero, los célticos deberán apretar para finalizar el campeonato de la mejor forma posible.

El partido de ayer en Santander tuvo dos parte muy diferentes. En los primeros cuarenta y cinco minutos de juego, el equipo entrenado por David de Dios hizo un buen encuentro. El equipo tocaba y tocaba el balón buscando la portería rival, pero el gol no llegaba.

El cuadro local trataba de jugar a la contra cada vez que recuperaba el balón, pero no conseguía disponer de claras ocasiones de gol para desnivelar la igualada inicial.

El trabajo del Celta tuvo su recompensa a pocos minutos para la finalización de la primera parte, pues Brais deshacía la igualada inicial a cutro minutos para el descanso. Un tanto que hacía jsuticia a lo que había sucedido durante la primera parte, y que permitió a los célticos marcharse al vestuario con ventaja en el marcador.

Sin embargo la segunda parte fue distina, y no comenzó bien para los vigueses, que en el primer minuto de juego se quedaba con un jugador menos tras la expulsión de Álex Rey. Fue un golpe duro para los célticos, que pocos minutos después encajaba el tanto del empate.

El Celta trató de serenarse. De Dios hizo los primeros cambios en el equipo tratando de refrescar el centro del campo. Poco a poco el encuentro se nivelaba ante un Racing que también daba un paso al frente para lograr el tanto de la victoria, pues el equipo local es uno de los serios aspirantes a hacerse con el título de Liga.

A tres minutos para el final llegó el jarro de agua fría para el Celta, que encajaba el segundo tanto y perdía el encuentro.