El Atlético de Madrid viajó en la tarde de ayer a Vigo pendiente de las previsiones meteorológicas. Simeone convocó a veinte jugadores. Dejó en casa a Óliver Torres, a Lucas Hernández y a Siqueira, por decisión técnica, y al lesionado Tiago. La expedición rojiblanca partió de Barajas en torno a las siete de la tarde. Estaba previsto que aterrizasen en Peinador sobre las 20.10 horas. Sin embargo, el temporal obligó a la aeronave a dar vueltas durante unos 50 minutos en torno a la terminal viguesa a la espera de que mejorase el tiempo. El piloto incluso tuvo que abortar un primer intento de aterrizaje. Cuando el avión tomó tierra, sonaron los aplausos de alegría del pasaje por poner punto y final a un vuelo accidentado.

Ya en la terminal de Peinador, la expedición rojiblanca recibió la bienvenida por parte de un grupo de aficionados rojiblancos, al que el club que preside Enrique Cerezo dio las gracias a través de Twitter por el apoyo recibido por sus seguidores en la llegada a Vigo.

Augusto Fernández también fue requerido por algunos aficionados para que firmase autógrafos y compartiese alguna fotografía. El excéltico lucía el traje oficial del equipo rojiblanco, del diseñador gallego Roberto Verino.

Antes del partido de esta noche en Balaídos y si las lluvias torrenciales previstas para la tarde de hoy en Vigo lo permiten, Simeone tendrá que realizar dos descartes. Entre los expedicionarios se encuentra Fernando Torres, que suma 112 días esperando por anotar el gol número 100 con la camiseta rojiblanca. El madrileño podría tener una nueva oportunidad en Balaídos para romper el maleficio.