El Celta dejó sentenciada la eliminatoria de Copa tras superar ayer al Cádiz en el Ramón de Carranza con dos goles de Guidetti y uno de Jonny a un rival de Segunda B que opuso resistencia durante los primeros veinte minutos. Cuando los gaditanos se quedaron sin oxígeno para presionar la salida del balón de los célticos apareció en escena Orellana para llevar en volandas a los de Berizzo hacia una victoria que reduce a un puro trámite el duelo de vuelta del próximo miércoles en Balaídos (20.30 horas).

Berizzo había prometido en la víspera que el Celta se tomaría el partido ante el Cádiz tan en serio como el del domingo que viene en Liga contra el Atlético de Madrid y presentó en el Ramón de Carranza un once con seis de los jugadores fue fueron titulares el sábado en Málaga.

La presencia en la alineación de Fabián Orellana, sobre todo, era un claro mensaje del técnico argentino de que no regalaría nada a su exequipo y que en este primer asalto intentaría asegurar que el Celta esté el 15 de enero en el sorteo de los cuartos de final de la Copa.

Orellana es ahora mismo el futbolista más brillante de los celestes, que aguantaron a duras penas el inicio de un Cádiz que salió con una marcha más que los célticos para tratar de poner en aprietos a Rubén Blanco. Pero el joven guardameta del Celta dejó atrás sus errores en Málaga y gestionó con seguridad todas las situaciones comprometidas que le plantearon los cadistas, sobre todo por parte del bullicioso Salvi y de Quintana.

Su técnico, el exdeportivista Claudio Barragán, había llenado de elogios al conjunto de Berizzo días antes del duelo copero del que los cadistas podían disfrutar por la descalificación del Real Madrid tras la alineación indebida de Cheryshev. La ingeniosa grada del Carranza no se olvidó ayer del futbolista del Real Madrid y exhibió incluso alguna bufanda agradeciéndole que el Cádiz dispute los octavos de final de la Copa del Rey mientras pasa apuros para engancharse a los primeros puestos de la clasificación de su grupo en Segunda B.

Y las diferencias de categoría entre cadistas y célticos quedaron patentes cuando los de Berizzo prolongaron el balón hacia Guidetti, que escorado a la derecha lanzó con fuerza sobre la marcha y superó a media salida al guardameta Ballesté (minuto 24). Primera ocasión y gol.

Ahí se acabaron las opciones del Cádiz ante un Celta que gobernaba Borja Fernández en el pivote, con Radoja y Orellana por delante y Drazic y Madinda por los extremos. Hasta el descanso, el partido se jugó como propuso Orellana, secundado por un Guidetti que fue una constante pesadilla para los centrales. El sueco estuvo a punto de convertir el segundo antes del descanso. Presionó al portero, el balón le rebotó en el cuerpo y se marchó hacia los tres palos pero fuera.

Con el partido y el marcador de cara, Berizzo dejó en el vestuario a un Cabral que sufrió en las carreras que le propusieron los delanteros rivales. Mallo entró para jugar junto a Sergi en el centro de la defensa. Y en la primera jugada, el zaguero catalán pudo marcar en un remate de cabeza.

A la exhibición de Orellana se unieron Radoja y Guidetti. El sueco aprovechó una triangulación con Madinda y Orellana en el balcón del área del Cádiz para ceder de espuela al chileno, que mandó el balón fuera.

El Celta comenzaba a divertirse ante un rival que apenas se aproximaba al área de Rubén Blanco, que vivió un plácido segundo tiempo. El partido quedó sentenciado cuando en el minuto 57 Jonny recogió el balón al borde del área y su lanzamiento a portería lo desvió Mantecón para engañar a Ballesté.

Con el segundo tanto, Berizzo dio descanso a Orellana y entró Señé. El Celta necesita más que nunca al chileno para plantarle cara el domingo al líder de la Liga. Ayer, en apenas una hora, Orellana dio una exhibición de fútbol en la tierra en la que todavía se sigue adorando a Mágico González.

Y sin el chileno, Guidetti acaparó la atención casi en exclusiva. El sueco comenzó a lucir todo tipo de taconazos para asistir a sus compañeros. Fueron minutos también brillantes de Radoja, quien demostró en Cádiz que su posición en el campo va más allá del mediocentro. El serbio dispone de recursos técnicos ilimitados para convertirse en una de las referencias del equipo. Sirvió buenos balones para Guidetti y para Drazic pero sus remates no tuvieron consecuencias en un partido que el Celta siguió disputando con la misma seriedad que al principio. Así se lo había pedido su técnico y sus jugadores buscaron ampliar la ventaja ante un Cádiz que puso en escena al veterano Güiza, a falta de un cuarto de hora para el final. Barragán esperaba que su equipo lograse al menos un gol, pero ayer la zaga celeste y su portero no estaban dispuesto a conceder ni un solo regalo.

Guidetti completó su mejor actuación como céltico con el tercer gol de la noche. El exdelantero del Celtic de Glasgow, incansable en todo el partido, siguió la jugada en la que Jonny sirvió un maravilloso centro al área para Señé. El catalán, que aprovecha todas las oportunidades que le concede Berizzo, remató en semichilena. El rechace del portero del Cádiz lo recogió Guidetti para poner el 0-3 definitivo y situar al Celta muy cerca de los cuartos de final de la Copa del Rey.